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Washington. Donald Trump dispuso ayer, 30 de octubre, la reactivación por parte de su nación de ensayos con armamento nuclear, suspendidos desde hace tres décadas, a raíz de las menciones de Vladimir Putin sobre el desarrollo de nuevas capacidades atómicas.
La concisa comunicación del presidente estadounidense pareció ser una demostración de poder justo antes de su encuentro en Busan, Corea del Sur, con su par chino, Xi Jinping.
Esto también se enmarca en un endurecimiento de la postura de Trump frente al Kremlin, en un momento de inmovilidad en las iniciativas para finalizar el conflicto en Ucrania.
Trump afirmó que Estados Unidos posee más armamento atómico que cualquier otra nación, destacando sus propios esfuerzos para lograr “una modernización y renovación completa de las existencias”.
“Rusia ocupa el segundo lugar, y China está bastante rezagada, aunque igualará en cinco años”, añadió Trump.
Una aseveración rebatida por los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), una fuente clave en esta materia, y según el cual Rusia cuenta con 4,309 cabezas nucleares operativas o custodiadas, comparado con las 3,700 de Estados Unidos y las 600 de China.
“Si ellos ensayan, supongo que debemos replicar”, comentó Trump a bordo del Air Force One.
Estas declaraciones surgen tras una serie de anuncios de Putin, quien celebró el domingo el éxito de la prueba final del misil de crucero Burevestnik, que, según él, posee “un radio de acción ilimitado” y es capaz de evadir prácticamente todos los sistemas defensivos.
¿Recibió Trump información precisa?
El mandatario ruso comunicó el miércoles el resultado exitoso del ensayo de un “torpedo submarino” denominado Poseidón, apto para llevar cargas atómicas. “Ningún otro artefacto en el mundo se equipara a este en velocidad y profundidad” de operación, aseguró.
Tras las palabras de Trump, Moscú aclaró que se trataba de pruebas de dispositivos con potencial para portar un artefacto nuclear, y no de detonaciones nucleares en sí mismas.
“En cuanto a los ensayos del Poseidón y del Burevestnik, esperamos que el presidente Trump haya sido informado con exactitud. Esto no debe entenderse como un ensayo nuclear”, manifestó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
Poco antes, China había exhortado a EE. UU. a respetar “con seriedad” el veto a las pruebas nucleares, y a adoptar “pasos concretos para preservar el esquema global de desarme y no proliferación atómica”.














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