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Los dueños de Arizona forzaron los límites de la bolsa salarial el torneo pasado al asegurar a Burnes con un pacto de seis temporadas por 210 millones de dólares.
Las Reuniones de Gerentes Generales, culminadas el jueves, marcan el verdadero inicio de la fase de “frío intenso” ya que las franquicias vislumbran cómo lucirá el panorama de traspasos y dan pie a pláticas sobre posibles negociaciones.
El tema central para los Diamondbacks en estas juntas giró en torno a si concretarían un canje por su estelar campocorto dominicano, Ketel Marte, y mi buzón se inundó con interrogantes de aficionados sobre esa opción.
Así que, analicemos algunas de las dudas más frecuentes al respecto:
¿Por qué desprenderse de un elemento tan valioso si el objetivo es pelear por un lugar en la postemporada en el 2026?
Los Diamondbacks requieren reforzar su cuerpo monticular este receso. Por dos años seguidos, han malgastado una ofensiva sobresaliente debido a falencias en el pitcheo.
Parte de esto puede achacarse a las lesiones de abridores cruciales. Si el abridor Corbin Burnes y los co-cardenales A.J. Puk y el quisqueyano Justin Martínez hubieran estado saludables, las cifras del cuerpo de lanzadores seguramente serían mucho mejores.
Ahora, Zac Gallen y Merrill Kelly son ambos agentes libres, dejando a los Diamondbacks con la urgencia de reclutar al menos dos abridores para complementar al venezolano Eduardo Rodríguez, Ryne Nelson y Brandon Pfaadt. Burnes podría retornar cerca de la mitad de la campaña junto con los dos cerradores, pero no es algo seguro en lo que el club pueda apoyarse.
Los propietarios de Arizona estiraron el presupuesto salarial la campaña anterior al asegurar a Burnes con un compromiso de seis años y 210 millones de dólares. Eso elevó el sueldo del Día Inaugural a un récord para la organización de unos 195 millones.
Para este año, todo indica que el gasto no será tan elevado. Cabe mencionar que la directiva –tal como ocurrió el año previo– no ha tenido reparos en hacer excepciones cuando la situación lo amerita.
Por lo tanto, si los compromisos de los D-backs para el actual ciclo ya sitúan su costo en cerca de 145 millones, el gerente general Mike Hazen tendrá margen para hacer adiciones. Pero el costo del buen pitcheo abridor en el mercado abierto se anticipa alto, y conseguir dos abridores de calidad junto con un par de refuerzos para el cierre del bullpen solo vía agencia libre parece poco factible.
Esto sugiere que los Diamondbacks deberán explorar el ámbito de las transferencias.
¿No podrían intercambiar parte de su reserva de jóvenes promesas?
Podrían negociar parte de lo que la industria considera un grupo de prospectos élite. Y, de hecho, Hazen ha manifestado estar dispuesto a hacer precisamente eso.
“Es una posibilidad”, afirmó Hazen. “No es lo que busco, pero creo que en algún instante, si voy a obtener a alguien de valor, tendré que desprenderme de [algo de valor]. Así son las cosas. No sé cómo se presentará el mercado en cuanto a traspasos”.
Eso comentó Hazen antes de asistir a las Reuniones de Gerentes Generales. Entonces sí, los Diamondbacks están abiertos a negociar al paracorto Jordan Lawlar o al jardinero Ryan Waldschmidt (su prospecto número 1 según MLB Pipeline). Pero los jóvenes no son un bien tan cotizado como en años recientes.
Así que es una incógnita si esos prospectos serán suficientes para lograr lo que Hazen espera conseguir.
¿Qué tal si se traspasa a otros jugadores de cuadro defensivo en vez de Marte?
Aparte del guardabosque Corbin Carroll, el torpedero dominicano Geraldo Perdomo y el receptor venezolano Gabriel Moreno, nadie generaría el tipo de rédito que obtendrían por Marte.
Los Diamondbacks probablemente moverán a los jardineros Jake McCarthy o Alek Thomas, pero ninguno garantiza traer un lanzador de primera línea a cambio.
Marte, en cambio, está en su mejor momento y posee un contrato económico. La extensión que pactó con Arizona en abril se prolonga hasta el 2030, con una opción para el jugador en el 2031. En total, son 91 millones garantizados.
Por las mismas razones que los Diamondbacks dudarían en traspasar a Marte –es una figura estelar con un acuerdo ventajoso–, otros equipos probablemente ofrecerían mucho para adquirirlo.
Entonces, ¿es factible que cambien a Marte?
Yo diría que es posible, pero no probable. ¿El motivo? Que para hacerlo, deberán asegurarse de recibir un paquete de altísimo impacto a cambio, y esas transacciones de gran calibre no se consiguen fácilmente.















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