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El dengue es un padecimiento provocado por un parvovirus del cual existen cuatro variantes serológicas nombradas DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4. Es la afección transmitida por vectores con mayor prevalencia en la República Dominicana, manteniéndose de forma endémica y manifestándose con brotes significativos cada bienio.
Los factores climáticos, demográficos, económicos y sociales, favorecen la propagación del mosquito Aedes Aegypti, el principal transmisor de esta enfermedad en nuestro país. Dada la tasa de letalidad y el número de casos reportados anualmente, el dengue se ha convertido en un problema de Salud Pública. Por ende, la necesidad de asistencia es constante en los centros sanitarios y, al ser un evento con cuadros clínicos que pueden ir desde asintomáticos hasta formas severas, requiere supervisión y seguimiento continuo para impedir que el afectado caiga en shock o se desestabilice.
El personal sanitario debe estar debidamente capacitado para ofrecer una atención grupal, apropiada, rápida, eficiente y con calidez humana. Los mosquitos portadores del dengue proliferan en zonas urbanas con altitudes menores a 2314 metros sobre el nivel del mar y temperaturas promedio de entre 20 y 25 grados Celsius. Depositan sus huevos en recipientes con agua clara como albercas, jarrones con plantas acuáticas, neumáticos, cubos y cualquier envoltorio expuesto a la intemperie que pueda acumular agua.
Aspectos del dengue
Se presenta con fiebre, molestia ósea y cefalea, dolores articulares, falta de apetito y dolor detrás de los globos oculares. Existen síntomas de alerta, tales como decaimiento acentuado, persistencia de la fiebre, sangrado de encías o en la orina, aparición de hematomas cutáneos y malestar abdominal constante. Absténgase de automedicarse; consulte a un médico de inmediato para recibir la asistencia necesaria.
Las complicaciones y el riesgo mortal son evitables si se tratan a tiempo.
Estadios de la dolencia
Tras un periodo de incubación de 4 a 10 días, la enfermedad se inicia con síntomas que siguen un patrón evolutivo. La trayectoria natural de las manifestaciones clínicas del dengue se divide en tres etapas:
Etapa febril: Durante el periodo de fiebre, no es posible diferenciar el dengue que progresará a una forma grave, por lo que es fundamental vigilar los indicios de alarma.
Etapa crítica: Esta es la fase de mayor relevancia y riesgo, ya que ahí ocurren los eventos principales que conducen al empeoramiento del dengue y a la muerte. Comienza usualmente entre el tercer y quinto día tras el inicio de la fiebre y suele durar de 24 a 48 horas, siendo crucial notar que frecuentemente aparece con la remisión del estado febril.
Evaluación física: Medición de temperatura, tensión arterial, pulso, frecuencia cardíaca y respiratoria. Cálculo del peso y la estatura del paciente. Observación general; auscultación del corazón y los pulmones.
Para prevenir el dengue es imperativo eliminar los depósitos de agua que sirven como criaderos de los mosquitos, buscando así reducir su multiplicación. Para lograr esto, se recomienda:
Para lograr esto, se recomienda:
* Modificar a menudo el agua de los bebederos de animales y de los floreros.
* Cubrir los contenedores de agua, deshacerse de los desechos acumulados en patios y áreas exteriores, desechar neumáticos o guardarlos en espacios cerrados.
* Emplear repelentes en las partes del cuerpo expuestas.
* Usar vestimenta apropiada como camisetas de manga larga y pantalones largos.
* Colocar cubiertas o toldos sobre las camas, especialmente si hay enfermos, para impedir que piquen a mosquitos nuevos, o en los sitios de descanso de los menores. * Limpiar y fregar tanques y piletas.
* Perforar los neumáticos que se encuentren en zonas de juego infantiles y que puedan acumular agua de lluvia.
* Rellenar con tierra las fosas sépticas inactivas, desagües y letrinas abandonadas.
Recolectar desechos y residuos sólidos en solares y terrenos baldíos, mantener el espacio exterior aseado y participar en jornadas de limpieza comunitaria con acciones conjuntas e intersectoriales.















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