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Entre el apagón que cubrió la República Dominicana el martes y los problemas generados por la obra de ampliación de la línea 1 del Metro de Santo Domingo en Villa Mella.
Entre el apagón mencionado y las complicaciones que acarrea el proceso constructivo para extender la línea 1 del Metro de Santo Domingo en Villa Mella, los habitantes del área, comerciantes y usuarios del metro sufrieron las consecuencias de diversos contratiempos.
La congestión vehicular, la multitud de gente y la carencia de alumbrado, fueron solo algunas de las secuelas vividas a raíz del corte eléctrico general. Varias personas cerca de la parada Mamá Tingó del metro, manifestaron cómo la interrupción de la energía eléctrica supuso un gran obstáculo para movilizarse y llevar a cabo sus faenas diarias.
Alumnos comunicaron que por la falla eléctrica no pudieron asistir a sus clases nocturnas, después de quedar atrapados en las instalaciones del metro, viéndose forzados a volver a sus casas. “Permanecimos sentados unos 20 minutos y luego nos desalojaron”, relató Darwin Félix, estudiante universitario.
Félix destacó la buena gestión del personal a cargo ante la eventualidad suscitada por el fallo eléctrico nacional, señalando que mantuvieron resguardados a los adultos mayores y niños durante la espera.
Bajan ganancias y suben tarifas
De acuerdo con los conductores de esta ruta, les fue difícil desempeñar su labor por los intensos trancones en las calles. Sostienen que, si bien había gente caminando por las aceras, algunos vieron mermar el número de pasajeros por la paralización de servicios, dado que había escaso público circulando fuera del metro.
“Mucho trajín, mucha dificultad, los viajeros no llegaban. Fui a la Ovando por alguien enfermo, salí a las 6 y regresé como a las 8 de la noche aquí”, comentó Moreno, un mototaxista de la zona.
Sin embargo, otros opinan que ayer aumentó la afluencia, pero tardaron más de lo habitual en completar sus recorridos.
“Que lo dejen así hasta el primero de enero”, sugirió uno de los motoconchistas. También varios confirmaron que incrementaron los costos del transporte, “desde luego hay que aumentarlos”, declaró el mismo, al responder una pregunta de los periodistas de este medio.
Durante el fallo, los usuarios se vieron obligados a usar otras opciones de transporte diferentes a las habituales. Como resultado, las ventas de los comerciantes del sector disminuyeron.
Entre deudas y descontento
Hace más de un año que arrancó la construcción de la prolongación de la línea 1 del metro en el sector de Villa Mella, Santo Domingo Norte, con destino al sector Punta, persiste la insatisfacción y las deudas pendientes con los emprendedores de la zona, según manifestaron.
Estos alegan que por causa de estas obras la clientela se redujo, impactando sus ingresos. “Nos ha afectado considerablemente porque dependemos de esto y tenemos familia, esperamos que sigan avanzando, pero no ha sido sencillo para nosotros”, expresó Carmela Martínez, vendedora de ropa.
Ofelia Martínez, dueña de un salón de belleza, señaló lo siguiente: “No logramos conseguir dinero ni para saldar los alquileres. Los negocios están por el suelo”, reflejando cómo antes ganaba hasta treinta mil pesos mensuales, pero ahora no alcanza ese nivel de ganancias.
Además, los mismos afirman no estar en contra de los servicios del metro y coinciden en que son un beneficio colectivo. No obstante, indican que han adquirido compromisos financieros para sostener sus negocios e hijos, resaltando que muchos emprendedores incluso han tenido que cerrar sus actividades comerciales.
“Me he atrasado mucho con los pagos del local porque no estamos generando ingresos, lo tenemos cerrado constantemente. Se les olvida que somos personas con familias y obligaciones, tenemos cuentas que cubrir”, se quejó Aurelina Sepulveda, otra comerciante del sector.
Aseguró haber acudido a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) buscando el apoyo prometido por el gobierno para sobrevivir mientras dura la obra. “Llevo como tres meses en esto a diario y lo último que me informaron fue que presentara una carta detallando todo mi proceso, pero si ya he entregado fotos, les envío todo, les escribo todo, les explico todo, ¿también necesitan una carta?”, recriminó.
Explicando que a pesar de haber entregado la carta, la OPRET se la ha devuelto en tres ocasiones por supuestos “errores” en el escrito, prolongando el trámite y obligándola a gastar cerca de seis mil pesos en un abogado para su correcta redacción.















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