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La Unphu iniciará una maestría en enero de 2026. La recepción de solicitudes finaliza en diciembre del presente año.
En opinión de Mizoocky Mota, directora de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), el sector inmobiliario dominicano afronta retos por la ausencia de normativas y la demanda creciente de viviendas, especialmente en los estratos de ingresos medio-bajo.
Asimismo, mencionó que la inestabilidad y las variaciones en las tasas de interés impactan la capacidad de compra de inmuebles, lo cual contribuye a que el déficit no se reduzca.
Indicó que actualmente existe una propuesta legislativa en el Congreso de la República para regular a los agentes y el ámbito inmobiliario, pero aún está pendiente de finalizar.
Señaló que en el país hay dificultades no solo por los fraudes que ocurren, sino también por el aumento del déficit habitacional, sobre todo en zonas de ingresos medios-bajos, donde se observa un alto porcentaje de edificaciones no formalizadas.
El mercado de vivienda asequible no prospera porque el segmento medio-alto resulta más atractivo para los promotores inmobiliarios, comentó.
Una nueva maestría en Desarrollo y Arquitectura Inmobiliaria busca profesionalizar el sector, cubriendo aspectos de legalidad, desarrollo urbano, ordenamiento territorial y sustentabilidad, según detalló la directora de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu).
Las postulaciones están abiertas hasta inicios de diciembre para poder arrancar a principios de enero. Contará con 50 créditos y una extensión de hasta dos años. Este programa se acaba de lanzar junto con otros estudios de posgrado y doctorado, siendo el primero con una visión integral en cuanto a desarrollo y arquitectura inmobiliaria.
La maestría está orientada a arquitectos, ingenieros y otros profesionales interesados en el ámbito inmobiliario.
Como parte de su enfoque, se centrará no solo en la calidad de los proyectos, sino en la conexión urbana, dada la relevancia del tema de movilidad. Por ello, busca fusionar el desarrollo inmobiliario con el urbano y la movilidad, fomentando la habitabilidad y el uso peatonal de la ciudad.
Se abordarán problemáticas relativas a la calidad constructiva y la falta de mantenimiento, tanto en edificaciones públicas como privadas.
El programa de maestría también aborda la importancia de considerar el impacto del cambio climático y los riesgos asociados al desarrollo inmobiliario en República Dominicana, procurando que la calidad de las entregas no sea deficiente, evitando así fallos de construcción y carencia de supervisión.
Para la directiva de la escuela de arquitectura, es necesaria una conservación oportuna de los inmuebles en el país, pero esto se ve obstaculizado por la alta rotación de arrendatarios.
Durante su visita a Listín Diario, Mota refirió que en 2024 la economía dominicana experimentó un crecimiento del 5% del PIB, la Inversión Extranjera Directa se situó en US$4,000 millones, correspondiendo el 16% a construcción e inmobiliaria. El financiamiento al sector superó en ese año los RD$29,540 millones, informó.
De igual manera, destacó los beneficios fiscales vigentes para el sector de la construcción, como los establecidos por la Ley de Fomento al Turismo (Confotur), que incluyen exención del Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI) y de la transferencia a la primera vivienda, entre otros dirigidos a proyectos turísticos aprobados.
Mota reiteró la urgencia de abordar el déficit de vivienda, estimado en 1.4 millones entre 2022 y 2032. Comentó que el 11.2% de la población dominicana reside en asentamientos irregulares, respaldando esta cifra con datos de la ONE (Oficina Nacional de Estadísticas), que registra más del 70% de viviendas autoconstruidas sin asesoría especializada.
Enfatizó que el reto del sector para el periodo 2025-2035 radica en reducir el déficit habitacional y la informalidad, además de profesionalizar la gestión del desarrollo inmobiliario, examinar las políticas de vivienda y ordenamiento territorial, e impulsar urbes compactas, mixtas y seguras.
La arquitecta Mizoocky Mota se graduó de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), con una especialización en Arquitectura del Paisaje y Sostenibilidad del Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia (IUAV). Desde 2015, es Coordinadora General y profesora en la Escuela de Arquitectura y Urbanismo Unphu para las materias de diseño arquitectónico, urbanismo y sostenibilidad.
Ha desempeñado funciones públicas en Planificación y Ordenamiento Territorial en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Es ponente habitual y columnista sobre Planificación Urbano-Territorial, Resiliencia Urbana, Espacio Público y Sustentabilidad.
Es miembro fundadora de la Red Internacional de Académicos IUAV Abroads, fue becaria CELFI para el gobierno argentino en el programa de Resiliencia Urbana, becaria JICA del gobierno japonés en el programa de Gestión Urbana Sostenible y Desarrollo Urbano, y becaria de la Universidad Politécnica de Valencia en el programa VENTUS para una estancia de investigación en Género y Ciudad.















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