SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) – Galicia posee cinco importantes cinturones metalogenéticos, que concentran “la mayor parte del potencial de elementos cruciales”, según un estudio de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) encargado por la Xunta para orientar sus acciones en este campo.
Estos corredores son: Santiago-Touro-Lalín, con cobre, cobalto, zinc, galio, germanio, indio; Cabo Ortegal-Moeche, con cromo y metales del grupo del platino; Penouta-Forcarei, con tantalio, niobio, litio, estaño; San Finx-Santa Comba, con wolframio, estaño y bismuto; y Vigo-Tui-Porriño, con tierras raras.
El primero, Santiago-Touro-Lalín, es considerado el corredor de metales tecnológicos “por excelencia” por la Xunta, abarcando 1.200 kilómetros cuadrados. Contiene “el mayor yacimiento de cobre de Galicia”, Touro, y presenta mineralizaciones de cobalto, “esencial para las baterías”.
El segundo, Cabo Ortegal-Moeche, es “el más singular de Galicia”, con 200 kilómetros cuadrados que albergan cromititas con metales como platino y paladio, cuyas concentraciones “igualan a las de yacimientos internacionales”.
El tercero, Penouta-Forcarei, es “el corredor clave para la industria tecnológica y el único con extracción activa de tantalio en Europa”. Abarca 420 kilómetros cuadrados donde se ubica Penouta, “mina en operación de tantalio y niobio, vitales para la electrónica avanzada”. La justicia gallega detuvo en 2024 la extracción de coltán en la sección de la mina de Viana do Bolo (Ourense).
El cuarto corredor, San Finx-Santa Comba, es “la tradicional franja del wolframio” gallega, activa por más de cien años y “fundamental durante la Segunda Guerra Mundial”. Con un total de 810 kilómetros cuadrados, agrupa dos de los mayores depósitos de wolframio de España.
Finalmente, Vigo-Tui-Porriño, el quinto corredor, es “el gran eje donde los complejos alcalinos albergan el mayor potencial de tierras raras de Galicia”, cubriendo unos 1.200 kilómetros cuadrados.
Estos corredores, junto con la estimación global del potencial minero gallego entre 25.000 y 45.000 millones de euros, fueron presentados ayer en rueda de prensa por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la conselleira de Industria, María Jesús Lorenzana.
Según el propio informe de la Xunta, “la valoración económica integral sugiere” ese valor “total” entre 25.000 y 45.000 millones, “repartido entre diversos tipos de depósitos y elementos esenciales”, aunque “los hallazgos y conclusiones expuestos en el documento deben verse como una interpretación sujeta a las limitaciones y posibles fallos de la fuente de datos original del IGME”.
El Gobierno gallego solicitó este estudio a la USC “para cuantificar la riqueza minera en Galicia”, siendo un trabajo “muy profundo y complejo” en el que “se recopilaron más de 43.000 muestras geoquímicas en 127 áreas de Galicia”, según destacó Rueda en su comparecencia.
Sin detallar la autoría del estudio, la conselleira Lorenzana precisó que el informe presentado por su departamento en el Consello fue “desarrollado en colaboración” con la USC y “combina análisis basados en la revisión minuciosa de 42.847 muestras geoquímicas regionales tomadas por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y la caracterización específica de 127 zonas prioritarias de prospección”.
Esto demuestra, como subrayaron Rueda y la conselleira, “que Galicia alberga reservas primarias importantes de 18 de los 34 materiales críticos definidos por la UE, lo que supone el 53%”.
“Nuestra comunidad presenta una de las agrupaciones más significativas, numerosas y valiosas de minerales estratégicos en todo el continente europeo, especialmente en la zona occidental”, valoró el titular de la Xunta.
Constató que “son materiales muy demandados” y anticipó que “su demanda crecerá en el futuro”, en ámbitos como la automoción, la tecnología digital, en relación con el hidrógeno verde y el sector de la defensa, entre otros.
“Una oportunidad para Galicia que debe ser aprovechada con todas las cautelas, investigaciones y rigor necesarios para asegurar una explotación sostenible”, concluyó Alfonso Rueda.
Tras él, intervino la conselleira para exponer detalles más específicos, enfatizando que su “Gobierno está dedicado al aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y a que una parte sustancial de los ingresos generados permanezca en el territorio”.
Reiteró este punto hacia el final de su alocución, al responder a preguntas de los medios sobre si las conclusiones de este informe acercan la viabilidad de proyectos como la mina de Touro, que genera fuerte oposición social.
La responsable de Industria recalcó la disposición de la Xunta a ser “dinámica”, proponiéndose “facilitar” que promotores privados soliciten permisos de investigación y derechos, pero aclaró que “esto no implica que la mina pueda ser explotada automáticamente”.
“A partir de ahí, se debe seguir todo el proceso ambiental del proyecto como cualquier iniciativa industrial”, resaltó. “Hay que impulsar que estas concesiones mineras puedan darse”, pero “a partir de ahí, por supuesto, cada proyecto debe pasar por su tramitación”, reiteró.
El reporte de la Xunta señala que Galicia aporta el 9,5% de la producción minera nacional, es la segunda en “ocupación minera” y “pionera” en producción de piedra natural, así como en balnearios operativos. Además, cuenta con “más del 20% del empleo femenino”.
La Xunta considera “necesario un acuerdo estratégico entre organismos públicos y empresas privadas”, y la conselleira insistió en que “esta cooperación público-privada debe abordarse, de forma inmediata a la luz de este informe (…) buscando la reactivación de explotaciones con potencial para revitalizar comarcas”.
“Y al mismo tiempo, los promotores privados impulsando y solicitando directamente, y en cualquier momento, los permisos de investigación en aquellas áreas libres y registrables donde existan claras evidencias de presencia de estas sustancias”, añadió.
En cuanto a los concursos, el Ejecutivo inició los primeros, quedando desiertos los de Pontevedra y Lugo, y aprobó 18 solicitudes en A Coruña y dos en Ourense.
Lorenzana recordó que ya había anunciado nuevas convocatorias para principios de 2026 a finales de octubre, y ayer precisó que estas combinarán derechos mineros caducados, “que ya corresponden netamente al grupo de materias primas críticas, como litio o wolframio”, y otros “sobre los que se evaluará en las bases de la convocatoria la investigación de materias primas críticas asociadas a la sustancia tradicional”.
Ante las preguntas de los periodistas, la conselleira defendió la estrategia de la Xunta y opinó que “para que prospere con éxito”, la ciudadanía debe “comprenderla” y los proyectos “deben aportar una parte de la riqueza generada al territorio donde se asientan”.
“Las áreas donde se ubiquen las futuras explotaciones deben ser más ricas y prósperas”, afirmó. “Debemos lograr superar esa mentalidad de ‘no queremos un parque eólico, una mina cerca’, para pasar a reivindicar la existencia de un recurso que se puede aprovechar porque esa población será más rica”, insistió.
A su parecer, las empresas promotoras “deben ser capaces de hacer bien las cosas, explicar los proyectos, cómo influirán en las cifras de empleo y también con medidas tangibles que impacten desde el punto de vista educativo y social a los residentes”.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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