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Santo Domingo.- La Secretaría de Agua Potable y Saneamiento de Fuerza del Pueblo manifestó que el derrumbe del depósito de agua del Inapa en el municipio de Consuelo (San Pedro de Macorís) confirma que, bajo el gobierno actual, las inversiones en obras carecen de la debida planificación.
Además, señalaron la ausencia de diseño y la falta de conservación de la infraestructura existente, lo que genera peligro para los residentes y se traduce en un impacto nulo o muy bajo sobre la calidad y regularidad del servicio de agua potable y saneamiento.
Hamlet Otáñez, líder de la Secretaría, recordó que INAPA anunció en 2022 una inversión que superaba los 125 millones de pesos para optimizar el suministro de agua en Consuelo.
Tres años después del inicio de las obras, se produce un colapso debido a fallas constructivas en un tanque del mismo municipio, dejando claro que dicha inversión no consideró en su planificación la revisión de las instalaciones previas, ni se hizo un diseño apropiado que incluyera todos los componentes de la infraestructura actual para mejorarlos, reemplazarlos o adaptarlos a la nueva circunstancia.
El también integrante de la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo enfatizó que son las propias autoridades del Inapa quienes admiten que “no se efectuaron análisis de resistencia estructural, lo que finalmente provocó el fallo repentino del tanque”.
Ante esta confesión, Otáñez planteó la interrogante que hoy se hacen los habitantes de Consuelo y la opinión pública: “Si INAPA sabía que operaba un tanque con más de 40 años de edificación, ¿por qué no se realizó un estudio de integridad estructural como parte de la inversión de más de 125 millones de pesos en Consuelo?”.
Las repercusiones son evidentes: más de 15 viviendas dañadas, cinco completamente arruinadas y más de 10 personas lesionadas, en una catástrofe que fácilmente pudo ser mayor. “A esto se añade el despilfarro de fondos públicos por una mala organización en el desarrollo o expansión de los servicios”, agregó.
Otáñez afirmó que situaciones como esta se han vuelto habituales en el actuar de INAPA: proyectos de inversión fallidos, que no logran mejorar el servicio, y cuyas respuestas oficiales suelen ser informes técnicos que evaden responsabilidades, como si fueran una entidad ajena a su obligación institucional.
Asimismo, reflejó el sentir de la vecindad: “Al tanque que se desplomó solo le aplicaron pintura exterior con fines estéticos, y no una mejora estructural; esto pudo haber prevenido el siniestro que afectó a numerosas familias y dejó sin servicio a miles de usuarios en Consuelo”.
Finalmente, Otáñez instó a abordar una profunda reforma estructural en el sector de agua potable y saneamiento en la República Dominicana: “Necesitamos incrementar la eficiencia en la administración, la efectividad en la provisión del servicio, la atención al usuario, la credibilidad del consumidor y la viabilidad financiera de un servicio público fundamental.
Sin estos cimientos, continuaremos lamentando desastres que se pudieron evitar y malgastando recursos que deberían beneficiar a la población”.















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