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La Coalición Climática de EEUU (US Climate Alliance), un conjunto de mandatarios de ambos partidos alineados con la acción por el clima, está logrando avances notables en la disminución de gases de efecto invernadero (GEI) fuera del ámbito nacional.
Entre el año 2005 y 2024, las jurisdicciones integradas lograron un decrecimiento del 24 % en sus efluentes contaminantes. Adicionalmente, su Producto Interno Bruto (PIB) conjunto se elevó un 34 %, según un reporte presentado en la Conferencia Mundial de Alcaldes en Río de Janeiro, justo antes de la COP30.
Gestión climática más allá de la orientación federal
Los líderes regionales recalcan que sus esfuerzos superan la posición del gobierno central. Esto ocurre en escenarios de duda climática, como el vivido bajo la administración de Donald Trump, quien se desvinculó del Pacto de París en dos ocasiones.
“Deseamos hacer saber al mundo que los Estados Unidos persisten en la labor a nivel estatal para bajar emisiones, generar ocupaciones en energías puras y acrecentar la capacidad de adaptación”, manifestó Tony Evers, gobernador de Wisconsin y codirector de la Alianza.
Objetivos ambiciosos e impactos reales
La US Climate Alliance se ha fijado la meta de:
* Reducir los gases emitidos en un 26 % para el 2025.
* Conseguir una baja del 52 % para el 2030.
* Lograr el 66 % para el 2035.
Entre 2005 y 2023, los territorios asociados sumaron cerca de 200 gigavatios de potencia renovable, consiguiendo una atenuación del 45 % en la polución carbónica del sector eléctrico.
Inversión en fuentes de energía limpias y robustez territorial
“Los gobernadores que entienden cómo impulsar el avance económico están destinando capital a energías limpias y renovables”, subrayó Michelle Lujan Grisham, gobernadora de Nuevo México.
La Coalición demuestra que el viraje energético no es solo factible, sino que genera puestos de trabajo, fortalece la industria y mejora el bienestar de las comunidades, aun sin respaldo federal.
Participación activa en la COP30
Pese a que Estados Unidos no tendrá representación oficial en la COP30, más de un centenar de integrantes de la Alianza, entre gobernadores y alcaldes, asistirán a la cumbre en Belém. Su propósito es reiterar el compromiso ecológico de los estados.
“Continuamos trabajando a nivel regional para disminuir las emisiones, sin importar lo que indique nuestro presidente”, aseveró Grisham.
Un modelo de dirección climática desconcentrada
La US Climate Alliance ofrece un ejemplo de cómo la compartición de facultades en EEUU facilita el avance en políticas climáticas desde lo local. Incluso cuando la administración central se muestra renuente.
“Las directrices federales desfavorables solo fortalecen nuestra firmeza y nos impulsan a nuevas acciones”, sostuvo Evers.
Liderazgo ambiental desde los estados
La experiencia de la US Climate Alliance evidencia que la gestión climática efectiva puede emerger desde el nivel subnacional, con resultados medibles y perdurables.
En un entorno global de necesidad climática, la adhesión de los estados norteamericanos al Pacto de París y su colocación de fondos en energías limpias refuerzan la noción de que la transformación ecológica es compatible con la expansión económica.















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