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Luis Ortiz, con un sueldo de 782.600 dólares este año, se involucró en el plan en junio y enfrenta cargos por alterar lanzamientos en encuentros contra Seattle y San Luis, de acuerdo con los fiscales.
Luis Ortiz, lanzador de los Guardianes de Cleveland, compareció el lunes ante el tribunal federal por imputaciones que lo señalan a él y a su colega Emmanuel Clase de recibir dadivas para favorecer a contactos en su natal República Dominicana con el fin de que ganaran apuestas sobre sus propios pitcheos.
El juez de paz estadounidense Donald Cabell en Boston otorgó la libertad a Ortiz, pero con varias condiciones, como la entrega de su pasaporte, limitación de sus desplazamientos al noreste y un depósito de 500.000 dólares de fianza, de los cuales 50.000 deben ser garantizados. También se le ordenó evitar comunicarse con cualquier persona que pudiera considerarse perjudicada, testigo o coacusado en el litigio.
Ortiz, vistiendo ropa deportiva de tono verde claro, no emitió declaración alguna en la corte. Sus representantes legales declinaron conversar con los reporteros tras la breve comparecencia.
Poco después de la corta audiencia, las Grandes Ligas anunciaron nuevas restricciones para las apuestas sobre lanzamientos individuales, señalando que sus operadores de juegos autorizados limitarán las apuestas a 200 dólares y las excluirán de los acumulados.
Según el pliego acusatorio contra ambos, revelado el domingo, los lanzadores con altos ingresos recibieron varios miles de dólares en pagos para ayudar a dos apostadores no identificados en su país de origen a obtener al menos 460.000 dólares en apuestas sobre la velocidad y el desenlace de ciertos lanzamientos, incluyendo algunos fallidos que cayeron en tierra.
Clase, quien era el cerrador de los Guardianes, y Ortiz, un abridor, han estado con permiso pagado no disciplinario desde julio, cuando la MLB inició la investigación sobre lo que calificó como una actividad de apuestas inusualmente alta durante los partidos en los que ellos lanzaron. Algunos de los juegos en cuestión ocurrieron en abril, mayo y junio.
Ortiz, de 26 años, fue apresado el domingo por el FBI en el aeropuerto internacional Logan de Boston. Se presume que Clase, de 27 años, se encuentra fuera de Estados Unidos, según un responsable de la ley con conocimiento del asunto. El oficial no estaba autorizado para hacer declaraciones públicas sobre el caso y lo hizo de manera anónima.
“Ortiz y Clase han mancillado el deporte pasatiempo de Estados Unidos”, afirmó el fiscal federal Joseph Nocella Jr. “La rectitud, la transparencia y el juego limpio son pilares de los deportes profesionales. Cuando la corrupción invade un deporte, no solo avergüenza a quienes participan, sino que también menoscaba la confianza pública en una institución fundamental y muy querida por todos nosotros”.
El letrado de Ortiz, Chris Georgalis, declaró en un comunicado que su cliente era inocente y “jamás ha influenciado indebidamente un juego, ni lo haría, ni por nadie ni por ninguna razón.”
Georgalis indicó que la defensa de Ortiz ya había documentado previamente a los fiscales que las transferencias y pagos entre él y personas en la República Dominicana eran para gestiones legítimas.
La MLB informó que contactó a las autoridades federales al comenzar a indagar la inusual actividad de apuestas y ha colaborado completamente con ellas. “Estamos al tanto de la acusación y del arresto de hoy, y nuestra pesquisa sigue su curso”, manifestó la liga en un comunicado.
“Estamos enterados de la reciente intervención de las autoridades. Continuaremos brindando nuestra colaboración completa a las fuerzas del orden y a las Grandes Ligas mientras prosiguen sus investigaciones”, señalaron los Guardianes en un comunicado.
Clase y Ortiz están imputados por confabulación para cometer fraude electrónico, confabulación para defraudar con servicios honestos, confabulación para lavar activos y confabulación para influir en contiendas deportivas mediante sobornos. Los cargos más severos conllevan una posible sanción de hasta 20 años de prisión.
En un ejemplo citado en la acusación, Clase presuntamente invitó a un apostador a un encuentro contra los Medias Rojas de Boston en abril y dialogó con él por teléfono justo antes de subir al montículo. Cuatro minutos después, según lo expuesto, el apostador y sus socios obtuvieron 11.000 dólares en una apuesta de que Clase lanzaría un determinado tiro por debajo de 97.95 mph (157.63 kph).
Clase, tres veces All-Star y dos veces Galardonado como el Mejor Relevista de la Liga Americana, poseía un sueldo de 4,5 millones para 2025, la cuarta anualidad de un pacto a cinco años por 20 millones. El líder en salvamentos de la Liga Americana en tres ocasiones comenzó a facilitar información sobre sus lanzamientos a los apostadores en 2023, pero no solicitó pagos sino hasta este año, según los fiscales.
Ortiz, quien percibía 782.600 dólares este año, se sumó al engaño en junio y es acusado de alterar lanzamientos en duelos contra Seattle y San Luis, según el ministerio público.
Estos son los desarrollos más recientes y resonantes en una ofensiva federal contra las apuestas en las competiciones profesionales.
El mes pasado, más de 30 individuos, incluyendo personalidades prominentes del baloncesto como Chauncey Billups, entrenador de los Trail Blazers de Portland y miembro del Salón de la Fama, además de Terry Rozier, base del Heat de Miami, fueron detenidos en una redada de apuestas que impactó a la NBA.















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