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La República Dominicana recurre a la formación, la guía de los instructores y la acción de las autoridades para atajar problemas constantes en el béisbol, el deporte rey del país, como el uso de sustancias prohibidas y la alteración de las edades de los deportistas.
La falta de organización en el béisbol dominicano parecía evidente desde que Osvaldo Virgil se convirtió en el primer jugador del país en llegar a las Ligas Mayores, con los Gigantes de Nueva York, el 23 de septiembre de 1956.
Desde entonces, cerca de mil peloteros dominicanos han militado en las ligas mayores, y la nación caribeña es una fuente inagotable de talento para el deporte del bateo y el corrido de bases. Cinco de sus figuras destacadas han sido incluidas en el Salón de la Fama del béisbol estadounidense en Cooperstown, Nueva York.
El desorden ha permitido que grupos formados por entrenadores, buscadores de talentos, propietarios de circuitos informales e incluso directivos de equipos de las ligas profesionales dominicanas y de las Mayores se dedicaran a ejecutar toda clase de artimañas para lucrarse.
“Colaboramos con el Ministerio Público (Fiscalía), el Ministerio de Salud Pública y la Junta Central Electoral (JCE) para intensificar la vigilancia respecto a la protección de los menores con potencial para ser contratados por las organizaciones de las Grandes Ligas”, declaró el comisionado nacional de Béisbol, Junior Noboa, en una conversación con EFE.
Noboa indicó que la actividad beisbolera en el país representa una inversión de 500 millones de dólares y genera 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
“Es el lugar más importante para las inversiones de la MLB en toda Iberoamérica”, subrayó.
En el ámbito formativo, la oficina que encabeza este exjugador de las Mayores ofrece asesoría gratuita a los preparadores y progenitores de los jóvenes deportistas para asegurar que, desde la etapa de instrucción hasta la eventual contratación, todos conozcan las normativas y no invoquen desconocimiento una vez sellado el acuerdo.
“Lo que sucede es que los padres llevan a sus hijos a una liga, el niño crece y al alcanzar los 12 o 13 años muestra muchas aptitudes para el béisbol. Entonces, los entrenadores pactan con los padres la provisión de sustento, suplementos y fármacos al prospecto a cambio de que estos firmen convenios frecuentemente abusivos que, en ocasiones, atan al deportista hasta por el resto de su trayectoria”, explicó Noboa.
**Dopaje**
Entrenadores y ojeadores administran compuestos (esteroides y anabólicos) a jóvenes prometedores para potenciar su rendimiento en el campo de juego y así “garantizar” que un explorador de un equipo de las Grandes Ligas se interese por el adolescente.
Esta práctica antigua ha resultado en el fallecimiento de algunos jóvenes talentos. Esto es lo que Noboa busca erradicar.
“Hemos remitido casos al Ministerio Público para que se procese legalmente a los responsables de estos actos ilícitos y confiamos en esa labor de persecución. Hay menos incidentes registrados en comparación con el pasado reciente. Hemos recibido, en este sentido, mucho apoyo del Comisionado de las Grandes Ligas y del Sindicato de Peloteros”, añadió.
Noboa abogó por la regulación de los circuitos y preparadores no afiliados, puesto que las franquicias de las Grandes Ligas —las 30 mantienen campos de entrenamiento en el país— velan para prevenir esto o para combatirlo enérgicamente una vez el joven deportista ha sido reclutado.
Se han descubierto tramas que, dentro de la propia Junta Central Electoral, son sobornadas por quienes presentan a los equipos de Grandes Ligas a jugadores que aparentan ser excepcionales, pero cuya edad real ha sido reducida en 4 o 5 años.
No son escasos los atletas dominicanos en las ligas profesionales estadounidenses y en otros circuitos que jugaron con identidades falsas y edades muy inferiores a la verdadera. Existen casos notables que son del dominio público.
“Estamos recibiendo fondos del Gobierno para desarrollar esta tarea, pero recordamos a los padres que se aseguren de pasar por esta Dirección del Comisionado antes de formalizar un pacto que, aunque parezca beneficioso, podría finalmente ser una trampa”, concluyó Noboa, quien jugó para los Indios de Cleveland, Angelinos de Anaheim, Expos de Montreal y los Mets de Nueva York.














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