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PHOENIX, Arizona – Una nonagenaria hispana, dependiente de un tanque de oxígeno y recibiendo cuidados paliativos, tiene programada una comparecencia ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) para su trámite de residencia el próximo 1 de diciembre. Esto genera gran preocupación en su familia, temiendo que, si su condición no le permite acudir, Doña Cuatita pueda ser deportada.
A Doña Cuatita, como la llaman cariñosamente sus parientes para preservar su intimidad, se le humedecen los labios para mantenerse hidratada. Su visión se ha visto mermada tras una intervención quirúrgica ocular, y su capacidad auditiva es muy limitada.
Además, en agosto, la mujer de 90 años sufrió un paro cardíaco que agravó su estado de salud y detuvo bruscamente su anhelo de volver a su tierra natal, Choix, Sinaloa.
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Lupe Gutiérrez, hija de Doña Cuatita, expresa sentir una mezcla de congoja e impotencia.
Manifiesta que su madre ingresó a Estados Unidos con una visa de turista en 2020. No obstante, debido a la pandemia y complicaciones médicas, no pudo retornar. Gutiérrez añade que la familia esperó un tiempo considerable para obtener esta cita migratoria.
“Teníamos todos planes de llevarla a México y organizar un viaje con toda la familia. Y de repente, lo del corazón, y ahora resulta que no le han concedido la residencia”; en declaraciones a Univision Arizona, Gutiérrez relata que los médicos indicaron a la familia que su madre tenía entre 2 y 3 días de vida, y como máximo una semana.
Según su círculo familiar, Doña Cuatita ha mostrado cierta mejoría recientemente. Sin embargo, la madre de siete hijos continúa bajo tratamiento paliativo.
“No tenemos certeza de lo que le dirán en esa entrevista, es sumamente complicado para nosotros (…) Haríamos bien en contar con un asesor legal que nos guíe en estos asuntos”.
Entretanto, de acuerdo con Lupe Gutiérrez, si bien algunos consultores han sugerido redactar una misiva, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración requeriría evaluar la documentación médica para verificar que la solicitante, efectivamente, no puede asistir a su cita.
“Y luego, el plazo es muy ajustado. Esto, por así decirlo, nos tomó por sorpresa”, comenta María Beltrán, otra de las hijas de la señora oriunda de Sinaloa.
Lizeth Nuñez, licenciada en Asuntos Legales Notariales, comentó a Univision Arizona que la señora “debería tener un perfil creado en uscis.gov donde pueda contactar al funcionario a cargo de su expediente y solicitar un aplazamiento de la fecha programada.
“También puede utilizar el formulario I-797C, en la parte inferior, especificando la oficina local que gestiona su caso (…) Pueden enviar la carta explicando su imposibilidad de comparecer. No es estrictamente necesario un abogado”, afirmó Núñez.















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