Negociaciones de cese al fuego Rusia-Ucrania: Trump está complacido con el avance de las propuestas
El máximo representante diplomático de Estados Unidos mostró un optimismo inquebrantable en Ginebra, tras una jornada intensa de conversaciones destinadas a persuadir a una Ucrania reacia a aceptar las últimas ofertas estadounidenses para poner fin a la guerra impuesta por Rusia.
“Me siento sumamente alentado por la posibilidad de alcanzar un acuerdo aquí, ya que hemos conseguido un progreso considerable”, declaró a la prensa el Secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, en una comparecencia vespertina en la Embajada de EE. UU. en la ciudad suiza.
Hasta el presidente Donald Trump, quien apenas horas antes había recriminado públicamente a los líderes ucranianos por mostrar, a su juicio, insuficiente agradecimiento, ahora se encontraba “bastante satisfecho con los informes que le hemos transmitido sobre el grado de avance logrado”, agregó Rubio.
No obstante, el Secretario de Estado, quien sorpresivamente compareció en solitario a la sala de prensa, en lugar de hacerlo acompañado por el influyente jefe de la comitiva ucraniana, Andriy Yermak, como había ocurrido antes en el día, se abstuvo reiteradamente de ofrecer pormenores sobre lo conseguido.
“No voy a profundizar en los temas que hemos debatido, pues se trata de un proceso en curso”, indicó Rubio, al tiempo que apuntaba en otros comentarios que “los puntos pendientes no son obstáculos insalvables”.
Pero considerando la magnitud de las significativas concesiones que se le exigen a Ucrania en la versión pública de las siete propuestas de paz de Estados Unidos —calificadas como muy favorables a Moscú—, la afirmación de que pueden superarse con facilidad resulta poco convincente.
La sugerencia de que Ucrania ceda territorios cruciales en la región del Donbás, al este del país, zonas que Rusia ha anexionado pero no controlado totalmente, ha sido históricamente una línea roja para Kiev, especialmente porque esa área alberga el “cinturón fortificado” de ciudades y pueblos bien defendidos, vistos como fundamentales para la seguridad ucraniana.
Los documentos estadounidenses vistos por CNN sugieren que esa zona pasaría a ser un área desmilitarizada bajo influencia rusa, comprometiéndose las tropas del Kremlin a no incursionar en ella. Sin embargo, ordenar a las fuerzas armadas ucranianas que cedan terrenos por cuya defensa han luchado y perdido vidas resultará difícil de justificar.
Una panorámica de la ciudad en ruinas y deshabitada de Maryinka (Mariinka) en el óblast de Donetsk, territorio de Ucrania bajo control ruso, datada el 1 de abril de 2025.
Imágenes de AFP/Getty
Similarmente ocurre con la restricción propuesta al tamaño de las fuerzas armadas de Ucrania. Si bien el esquema estadounidense lo limita a un máximo de 600.000 efectivos, funcionarios europeos temen que esto deje al país vulnerable ante futuras agresiones.
Pero Washington, aparentemente más decidido aún a impulsar un acuerdo de estabilidad, ha dejado claro que espera que Ucrania acate, amenazando con retirar el soporte bélico estadounidense a Kiev y dejando al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, según palabras del presidente Trump, “luchar con toda su alma”.
En un comunicado difundido el domingo por la noche desde Washington, la Casa Blanca señaló que los ucranianos consideran que el último borrador de las propuestas de paz “refleja sus intereses de seguridad nacional”, tras varias modificaciones y aclaraciones realizadas con aportaciones de altos funcionarios norteamericanos, ucranianos y europeos en Ginebra.
“La representación ucraniana afirmó que todas sus inquietudes principales —salvaguardas de seguridad, crecimiento económico sostenible, protección de la infraestructura, libre tránsito marítimo y autonomía política— fueron tratadas a fondo durante la reunión”, reza el texto.
Incluso si la versión actual de la propuesta estadounidense resulta viable para Ucrania, es muy plausible que ya no sea aceptable para Rusia, que se ha mantenido firme en sus exigencias máximas.
Y hasta la fecha, el Kremlin ha enfrentado una presión limitada por parte de Estados Unidos para modificar su postura.
En Ginebra, el Secretario de Estado Rubio eludió consistentemente mis preguntas sobre si la nación americana también exigiría a Rusia, además de a Ucrania, realizar cesiones significativas.
Sin embargo, si la Casa Blanca realmente busca conseguir lo que ahora denomina “una paz duradera y total” en Ucrania, lograr de alguna manera que el Kremlin acepte un pacto podría ser su mejor opción.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.














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