Redacción Internacional.- Colombia conservó su certificación sanitaria internacional de control de fiebre aftosa, que le permitirá mantener sus exportaciones de carne, pese a que incautó y sacrificó 15 bovinos infectados provenientes de Venezuela, anunció el miércoles el presidente Juan Manuel Santos.
El país recuperó en diciembre su autorización para exportar carne, después de que entre junio y julio fueron detectados brotes de aftosa en la frontera con Venezuela y en el centro del país, los primeros desde el 2009. El hecho obligó a sacrificar cientos de animales contagiados por la enfermedad.
«Normalmente en casos como este automáticamente se suspende el estatus sanitario, pero por la diligencia y la forma tan eficaz con la que se actuó, nos informaron que no perdimos el estatus, sino que nos felicitaron por la forma como procedimos», dijo Santos en una declaración desde la sede de la Presidencia.
Los animales fueron incautados y sacrificados el martes en un operativo del Ejército, la Policía Fiscal y Aduanera y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), durante uno de los controles en departamento de Arauca, en el noreste del país, en la frontera con Venezuela.
«Nuestras exportaciones de carne, que por fortuna están creciendo en forma acelerada y penetrando nuevos mercados están a salvo», precisó el mandatario.
La fiebre aftosa es una enfermedad altamente contagiosa y a veces fatal que afecta a animales como ovejas, cabras, ganado vacuno, búfalos y cerdos, pero no es una amenaza directa para los seres humanos.
El país sudamericano cuenta con un hato ganadero de 23,5 millones de animales. En 2017, Rusia, Curazao, Chile y Perú suspendieron las importaciones de carne desde Colombia después de que se detectaron los brotes de aftosa, pero después de que Colombia recuperó la certificación las reanudaron.