Agencias La República.- La policía de Colombia encontró los restos calcinados de la pequeña Génesis Rua de 9 años y se los entregaron a los padres, quienes, luego de varios días tenían la esperanza de que la niña siguiera viva.
Conmovido por el cruel asesinato, el presidente Iván Duque pidió que se agilizara la investigación. Afirmó que le corresponde a la justicia colombiana castigar al responsable con todo el peso de la ley.
Los agentes explicaron a la familia que el cuerpo de la pequeña había sido quemado el mismo día pero antes su agresor la había golpeado y ahorcado. Un día después, la policía había dado con el presunto autor del crimen.
Se trata de un chofer identificado como Adolfo Enrique Arrieta García, quien fue encontrada cerca del fuego donde era quemado los restos de la pequeña Génesis. Además al ser consultado sobre el fogón, el hombre mintió.
Arrieta le dijo a la policía de Colombia que habría sufrido el ataque de un perro y motivado por la furia lo había matado y que lo estaba quemando en su patio para no dejar rastros de él.
Sin embargo, uno de los agentes notó que lo que ardía dentro de las llamas no eran restos óseos de un perro y tras apagarlo detectaron que había pies y un fémur. Tras tomar su declaración encontraron que el hombre tenía antecedentes penales e incluso había sido denunciado por agresión familiar.
La familia de Génesis Rúa está destrozada. «Lo que hizo no tiene perdón de Dios», afirmaron. La pequeña había salido de su casa con dirección a la casa de su tía para que le ayudara con las clases de matemáticas.
El agresor ya tiene un abogado y es César Cadena, el letrado aseguró ante la prensa que su patrocinado no tenía motivos para asesinar a la pequeña Génesis. «Me dice que es una persona que va a misa, que estaba dormido y que de repente se despertó con gran rabia, ira, furia. Vio a la niña, la hizo ingresar a su casa y después recuerda que la estaba ahorcando. Cuando reaccionó soltó a la niña y ya era muy tarde, la niña estaba muerta».
Conmovido por el caso de la pequeña Génesis y horrorizado por la brutalidad con la que acabaron con su vida, el presidente de Colombia, Iván Duque, envió sus condolencias a la familia y pidió a los encargados del caso agilizar la investigación a fin de esclarecer el crimen.