La vitamina E es un nutriente vital para gozar de una buena salud y se encuentra en una amplia variedad de alimentos.
La mejor manera de consumirla es a través de una dieta saludable: es raro sufrir deficiencia y se puede padecer sobredosis por el uso de suplementos. Aquellos que tienen ciertas enfermedades o toman algunos medicamentos deben tener cuidado con ellos.
Se descubrió en 1922, cuando se reveló que curaba problemas reproductivosen ratas alimentadas con una dieta rica en aceites vegetales. Por este motivo se identificó como «la vitamina de la fertilidad». Sin embargo, la sustancia química que causa estos efectos no se conoció hasta 1978, y se denominó tocoferol.
Es soluble en grasas y actúa como antioxidante. «Ocurre naturalmente en ocho formas diferentes, incluidos cuatro tocoferoles (alfa, beta, gamma y delta) y cuatro tocotrienoles. El alfa es la forma más común y más potente de la vitamina», afirma Elizabeth Somer, dietista.