La OPEP debe volver a decidir entre dos opciones que le resultan familiares: arriesgarse a un desplome de los precios del petróleo o provocar la ira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Luego de que el mandatario volviera a llamar a no subir los precios del crudo el lunes a través de Twitter, Arabia Saudita y otros productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo enfrentan un dilema nuevamente: sufrir un declive de mercado que golpee a sus economías dependientes de las exportaciones o desafiar al presidente, quien podría decretar medidas que sacudan al grupo.
La OPEP y sus aliados iniciaron una nueva ronda de recortes de producción el mes pasado para evitar un superávit creado por una producción récord de petróleo de esquisto en EE.UU. y la frágil demanda mundial de combustible. Los precios del crudo han repuntado más de 20 por ciento este año, un obstáculo para Trump mientras ejerce presión diplomática en dos de las principales naciones de la OPEP: Irán y Venezuela.
La OPEP mostró diferentes respuestas cuando se enfrentó con la misma opción en dos ocasiones el año pasado.
En el verano boreal pasado, cuando Trump instó a los saudíes a abrir los grifos mientras imponía sanciones a Irán, el reino cedió y aumentó la producción en unos pocos meses a niveles récord.
No obstante, en la víspera de una reunión de la OPEP en diciembre, el llamado de Trump para mantener los volúmenes altos fue ignorado por el grupo y sus aliados, quienes anunciaron un recorte de producción de 1,2 millones de barriles diarios vigente actualmente.
Entre las dos decisiones hubo un evento que puede volver a ser crítico en esta ocasión.
La administración Trump prometió en mayo que sanciones financieras reducirían a “cero” las exportaciones de petróleo iraní, una promesa que luego incumplió en noviembre al ofrecer una serie de exenciones para evitar un alza en los precios. Como resultado, el petróleo cayó alrededor de 35 por ciento en el cuarto trimestre, un duro golpe para las economías de las naciones de la OPEP.
La organización aprendió de ese error y es poco probable que lo repita, según dos funcionarios petróleo en el Golfo que pidieron no ser identificados