(El PAIS).-TikTok se ha convertido en un pelele en el centro de la rivalidad entre las dos potencias mundiales: Estados Unidos tira de un brazo, China del otro. La semana pasada, un fallo judicial congeló el veto de la Administración Trump cuando apenas faltaban unas horas para su entrada en vigor.
El Partido, mientras tanto, ha restringido la exportación de algunas de las tecnologías clave de la app para reservarse así la última palabra. Demasiados detalles de la operación entre TikTok y sus hipotéticos socios, Oracle y Walmart, siguen siendo un misterio.
La persecución de ese utópico acuerdo que satisfaga a todas las partes continúa. Los juguetes que despiertan peleas, es bien sabido, pocas veces acaban enteros.
Washington había resuelto que la sanción, formulada con ambigüedad, tomaría la forma de una retirada obligatoria de TikTok de las plataformas oficiales de aplicaciones móviles de Apple y Google.
El juez federal competente, sin embargo, calificó esta maniobra como “en gran medida, una decisión unilateral con muy poca oportunidad para escuchar a los demandantes”. Este dictamen supone el segundo revés procesal.
El fin de semana anterior, otro juez citó la Primera Enmienda –que protege la libertad de expresión– para paralizar el bloqueo de Wechat, la segunda app china amenazada.
Los acontecimientos no han dejado de tomar velocidad desde que el pasado 6 de agosto Trump firmara la orden ejecutiva original, prohibiendo “cualquier transacción con ByteDance [casa matriz de TikTok]”, la cual en principio entraría en vigor el 15 de septiembre.
El 14 de agosto, no obstante, modificó el edicto; concediendo un plazo de 90 días para que la organización china vendiera o fragmentara sus operaciones en EE UU. Este plazo, que vencía el 20 de septiembre, fue postergado al 27 cuando el presidente norteamericano concedió su visto bueno al acuerdo con Oracle y Walmart, una operación cuyas consecuencias varían dependiendo del interlocutor.
De acuerdo a ByteDance, el acuerdo supondría la creación de una nueva entidad afincada en EE UU, de nombre TikTok Global, de la que Oracle y Walmart poseerían el 12,5 y el 7,5% respectivamente. Esta es una fórmula habitual para algunas de las empresas del gigante asiático que cotizan en los mercados financieros del país.
La suma de ambos porcentajes, aunque minoritaria, permitiría a la Casa Blanca colocar el mensaje de que TikTok estaría bajo control estadounidense dentro de sus fronteras, una de las condiciones impuestas por la orden ejecutiva, dado que el 40% de ByteDance pertenece a su vez a accionistas norteamericanos.
ByteDance poseería el 80% restante de la nueva entidad, a la que se refería en un comunicado reciente como “filial subsidiaria al 100%”. El vicepresidente ejecutivo de Oracle, Ken Glueck, afirmó en cambio que la casa china “no controlaría TikTok Global”.
La línea de desacuerdo atraviesa desde cuestiones secundarias, como la composición de la junta directiva, hasta el núcleo del rompecabezas: el acceso a la tecnología.
ByteDance aseguraba en su texto que “el plan actual no conlleva ninguna transferencia de algoritmos”. Según Oracle y Walmart, no obstante, “toda la tecnología de TikTok estará disponible para TikTok Global”.
En la lucha por el control de la tecnología radica el meollo de la cuestión. La semana pasada Trump amenazó con que “si descubrimos que [Oracle y Walmart] no tienen un control total, entonces no aprobaremos el acuerdo”.














