Desde que el primer ministro Ariel Henry tomó posesión del cargo el 20 de julio, varias plataformas políticas y de la sociedad civil deploraron que ejerza el poder solo sin presidente.
El neurocirujano de 71 años recibió un espaldarazo del Core Group, integrado por embajadores de varios países y los representantes de la ONU, OEA y Unión Europea, luego de la pugna por el puesto con el entonces primer ministro interino Claude Joseph.
Abel Loreston, uno de los organizadores de la movilización, aseguró que el pueblo no aceptará más lo que dicten los ‘extranjeros’ y deben ser los haitianos quienes decidan el futuro del país.
‘Entonces, iremos a las oficinas del Binuh (Oficina Integrada de la ONU en Haití) para hacerle saber a la señora Helen la Lime que no la queremos en el país’, adelantó.
La marcha también criticará la instalación de los integrantes del Consejo Electoral Provisional, que, de acuerdo con Loreston no son legítimos, y no pueden seguir drenando el Tesoro público, incluyendo los fondos destinados a los comicios y el referendo constitucional.
En este sentido, Edouard Saint Fleur, coordinador del Grupo de Organizaciones Políticas de la Oposición, aseveró que el nuevo Gobierno no tiene la capacidad de convocar al pueblo a elecciones, e insistió en que el país precisa de una ruptura estructural y popular.
Tras el magnicidio contra el presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio, creció la incertidumbre por la inestabilidad política, luego de que varias de las principales fuerzas del país rechazaran el proceso electoral.
El primer ministro, por su parte, sostuvo que los sufragios son innegociables y comenzó un proceso de diálogo con diversos sectores, entre ellos religiosos, empresarios y legisladores, para impulsar este proceso.