EFE.-Con lealtades divididas desde el comienzo de su gestión, en julio pasado, el presidente peruano, Pedro Castillo, renovó su gabinete con un perfil más moderado, buscando mantener a flote el gobierno en medio de constantes cuestionamientos a sus ministros.
Además de pedirle la renuncia al primer ministro (jefe de gabinete) Guido Bellido, un dirigente de extrema izquierda, misógino, homófobo, sin experiencia política y de probada ineficacia en su breve gestión, Castillo desplazó de un plumazo a otros seis de los 19 ministros de gobierno.
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La salida de Bellido, representante del ala dura del partido oficialista, el marxista-leninista Perú Libre, fue cubierta por la legisladora Mirtha Vázquez, contracara del renunciante en casi todos los sentidos.
El presidente Pedro Castillo y la nueva jefa de gabinete, Mirtha Vásquez (-/)
“Por Dios, por este país de mujeres y hombres que todos los días luchan por vivir con dignidad, sin discriminación, y que promueven reales cambios: ¡Sí, juro!”, dijo la nueva jefa del gabinete ministerial. La proclama resonó como una respuesta a los exabruptos machistas y misóginos de los que hizo gala Bellido durante su corta gestión de nueve semanas.
Además de Vásquez, originaria de la región de Cajamarca (norte) como Castillo, el presidente tomó juramento a los otros 18 ministros del nuevo gabinete, entre los cuales ratificó al canciller Oscar Maúrtua y al titular de Economía, Pedro Francke, un profesional con amplio consenso y que tuvo como primera misión calmar a los mercados tras la victoria de Castillo en julio pasado.
Del total de 19 ministros que componen el gabinete, hay siete nuevos y los 12 restantes fueron ratificados. Entre quienes fueron despedidos estaba el cuestionado titular de Trabajo, Iber Maraví, que según informes de prensa y policiales habría participado en atentados terroristas hace 40 años.
Castillo también dio muestras de diversidad de género -de lo cual sus credenciales como una persona reconocidamente conservadora no permitían esperar demasiado- al conformar sunuevo gabinete con cinco mujeres en lugar de las dos del gabinete saliente.













