(Prensa Latina) Afganistán pidió la reducción de las sanciones y la descongelación de los activos del banco central del país, mientras enfrenta las consecuencias del reciente terremoto que mató a más de mil personas, se divulgó hoy.
El fatídico sismo ocurrió justo cuando esta nación asiática enfrenta una grave crisis humanitaria y económica, con millones de personas que padecen hambre, tras las sanciones y restricciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados de Occidente, que recortaron miles de millones de dólares en ayuda al desarrollo.
Kabul pidió se conceda a los afganos su derecho más básico, que es el derecho a la vida, y eso pasa por el levantamiento de las sanciones y la descongelación de los activos y la prestación de asistencia, declaró Abdul Qahar Balkhi, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, según la cadena Al Jazeera.
Balkhi dijo que el derecho de los afganos a recibir fondos para salvar vidas debe ser la prioridad.
Miles de personas se quedaron sin hogar o resultaron heridas por el terremoto de magnitud 5,9 que sacudió el este del país centrasiático la madrugada del pasado miércoles, sobre todo las provincias de Paktika y Khost, causando la muerte de al menos mil 150 personas.
El sismo destruyó 10 mil viviendas e hirió a unas dos mil personas, lo cual puso a prueba el frágil sistema sanitario del país y una réplica ocurrida el viernes cobró otras cinco vidas.
Cientos de supervivientes del temblor, que perdieron a sus familiares y sus hogares, siguen necesitando ayuda desesperadamente.
La representación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Afganistán informó que hay 121 niños entre los muertos y se espera que esta cifra aumente.
Los habitantes de la provincia de Paktika están desesperados por conseguir alimentos, refugio y agua potable, pues la ayuda humanitaria se ralentizó debido a la escasa infraestructura y el aislamiento diplomático y financiero del gobierno dirigido por los talibanes.