(BBC Mundo).-El humo del incendio que provocó la muerte de 39 migrantes en Ciudad Juárez estuvo a punto no solo de interponerse en su sueño de cruzar a Estados Unidos para empezar una nueva vida, sino también de hacer que su esposo perdiera la suya.
Viangly Infante, venezolana de 31 años, se convirtió en el rostro de una de las mayores tragedias entre la población migrante de México cuando el pasado lunes se encontraba en el centro del Instituto Nacional de Migración (INM) que ardió en llamas con decenas de personas atrapadas en su interior.
Entre ellos estaba su marido, Eduard Caraballo, con quien llegó a México acompañados de sus tres hijos hace cinco meses. Él pudo salvarse, aunque durante los primeros minutos, su mujer temió lo peor.
En unas fotos y videos que dieron la vuelta al mundo, Infante aparece desconsolada en la noche del siniestro, golpeando la ambulancia en la que su esposo se encontraba inconsciente y gritando sin parar de llorar a su «negro», como ella lo llama.
Unos días después de la tragedia y mientras su marido se recupera poco a poco en el hospital de las heridas sufridas, Viangly Infante compartió con BBC Mundo su dura experiencia en la noche del incendio y aquellas otras, no menos duras, que le precedieron hasta llegar a México desde su Venezuela natal.