EFE. En los últimos años, los oncólogos se enfrentan a un fenómeno creciente que no saben explicar del todo: cada vez más personas desarrollan cáncer de pulmón sin haber fumado nunca. Son en torno al 15% de todos los casos.
Un nuevo estudio publicado hoy apunta a uno de los culpables: las minúsculas partículas suspendidas en el aire contaminado.
El trabajo analizó los niveles de partículas de 2,5 micras (PM 2,5) –las más diminutas presentes en los humos de combustión de los carburantes– y la incidencia de cáncer de pulmón en 33.000 no fumadores de Reino Unido, Canadá, Corea del Sur y Taiwán.
Los autores se centraron en personas que tienen una mutación en el gen EGFR, un marcador típico del cáncer de pulmón en personas que nunca fumaron o que lo hicieron de forma muy esporádica. Los resultados muestran una clara asociación entre los niveles de contaminación del aire y la incidencia de estos tumores.
“Este trabajo demuestra un nuevo paradigma de cómo aparece el cáncer”, resume el oncólogo Charles Swanton, investigador del Instituto Francis Crick de Londres y autor principal del estudio, en el que participaron decenas de científicos de Europa, Asia y América del Norte.