WASHINGTON – El Senado de EE.UU. aprobó el lunes por unanimidad una ley que tipifica el linchamiento como delito federal de odio.
El proyecto de ley, que fue aprobado anteriormente por la Cámara de Representantes y será promulgado por el presidente Joe Biden, es un intento de memoria histórica y condena de los asesinatos racistas que se han cobrado cientos de vidas de afroamericanos en los últimos 100 años.
Tras la votación, el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, declaró: “El hecho de que se haya tardado tanto es una amarga mancha [en la historia estadounidense]”.
El proyecto de ley, que seguramente contará con el apoyo de Biden, castigaría los linchamientos (asesinatos sin las debidas garantías procesales, a menudo cometidos por turbas) con penas de hasta 30 años de cárcel. Estas ejecuciones de negros por motivos raciales fueron habituales en el Sur durante el siglo XIX y principios del XX, y su frecuencia disminuyó tras el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960.
El Instituto Tuskegee calcula que entre 1882 y 1968 murieron linchadas más de 4.700 personas, entre ellas 3.446 negros.
El proyecto espera la firma del Presidente Joe Biden para convertirse en ley.
Mientras que algunos historiadores creen que no ha habido linchamientos destacables en 40 años, otros atribuyen la etiqueta a casos como el de Ahmoud Arberry, asesinado a tiros durante una campaña en Georgia en 2020.
A principios de este año, tres hombres blancos fueron condenados a cadena perpetua y posteriormente declarados culpables de un delito de odio por matar a Arberry, afroamericano, en una descarga de protesta contra el racismo y la brutalidad policial. El proyecto de ley recién aprobado lleva el nombre de Emmett Till, linchado a los 14 años tras ser secuestrado y torturado por un hombre blanco en Misisipi en 1955, en uno de los episodios más brutales de la historia racial del país.
El primer proyecto de ley para tipificar el linchamiento como delito fue presentado en 1900 por George Henry White, el único legislador negro de la época, pero fracasó, al igual que otros casi 200 intentos en los 121 años siguientes.
Las penas de prisión contenidas en la ley aprobada el lunes se aplican a los casos de “muerte o lesiones graves” como consecuencia de una agresión por motivos raciales.