Valladolid, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -.
Las ayudas del Gobierno autonómico para la plantación de trufa han permitido desde 2016 plantar más de 500 hectáreas en Castilla y León, y para este año se ha anunciado una nueva convocatoria, con un préstamo del 65 por ciento de la inversión y un novedoso beneficio de una prima para el mantenimiento de las plantaciones durante los cinco primeros años. El plan es incluir.
En agosto de 2016, en el marco del Programa de Desarrollo Regional de Castilla y León 2014/2022, la Administración regional puso en marcha una línea de ayudas de carácter eminentemente forestal, cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), destinada a fomentar la plantación de especies arbóreas con producción forestal de alto valor.
En el próximo periodo de planificación de la PAC (PEPAC 2023-2027), las ayudas cubrirán el 65% (40% en el periodo anterior) de los costes unitarios fijados para diversas tareas, entre las que se incluyen informes técnicos, preparación del terreno, compra de plantones, plantación propiamente dicha, compra e instalación de materiales de protección y vallado de lindes para protección contra el ganado y la fauna silvestre.
Hasta la fecha, se han publicado cuatro convocatorias y se han recibido 130 solicitudes, con una superficie total plantada de 555 hectáreas y una superficie media plantada de 4 hectáreas por solicitud.
La calidad de las plantas es decisiva para el éxito de las plantaciones. Las plantas con uno o dos troncos deben estar bien equilibradas, tener raíces sin distorsiones, contar con al menos 1.000 copas funcionales y estar bien endurecidas.
Crece en los suelos magros de la Península Ibérica y micorriza las raíces de varias especies de Quercus (encina, roble de Gala, coscoja, etc.).
España ha superado a Francia y se ha convertido en el primer productor mundial de trufa, con una producción que superará las 100 toneladas en 2023, de las que exporta el 80%, por lo que ya representa el 60% de la producción mundial.
Las plantaciones tienen un periodo de carencia de 7 a 12 años, durante el cual la producción es muy baja pero se mantiene durante más de 30 años, con rendimientos medios que oscilan entre los 20 kg/ha y los 50 kg/ha. Esto hace de la trufa un cultivo muy rentable en suelos muy pobres y con pocos sustitutos.
Los beneficiarios de esta línea de ayudas pueden ser personas físicas, jurídicas públicas o privadas, que recibirán la ayuda en función del número de puntos que hayan obtenido según los criterios de valoración descritos en los criterios reguladores. El importe máximo de la ayuda por hectárea de superficie cultivada es de 8.000 euros.