Madrid, 24 ago (Prensa Latina) Puede que sea uno de los países más festivos del mundo, y aunque sólo sirva como referencia general, España hoy con sus tradiciones en verano vibra.
Y es que, con sus fiestas y jolgorio, la Península Ibérica se ha labrado un perfil propio como segunda potencia mundial en la industria sin chimeneas, haciendo más atractivo el turismo.
En Ribadavia, Galicia, se celebra este sábado la Festa da Historia, que recrea la vida medieval con la judería y Marabedes como divisa.
Ribadavia es un municipio de poco más de 5.000 habitantes, pero se trasladará al siglo XVII y todos los vecinos se unirán a la fiesta, vestidos a la usanza de 1600.
La idea es recrear la vida medieval en un fin de semana de mercados, artesanía, espectáculos callejeros, bailes, cenas, teatro en torno al famoso barrio judío y las ruinas del castillo de Sarmiento.
La “Festa da Istoria” comienza con un desfile en traje de época por la calle principal de la ciudad, anunciado por un pregón.
A continuación, habrá tres partidas de ajedrez jugadas por ajedrecistas vivientes vestidos de época, una ceremonia de boda judía tradicional organizada por el Centro de Estudios Medievales y una danza medieval.
Al mismo tiempo, habrá demostraciones de cetrería, el arte de cazar con halcones y otras aves rapaces, tiro con arco y torneos medievales en los que participarán los mejores arqueros de Galicia.
Entre las fiestas tradicionales españolas del verano destacan La Tomatina, en la que miles de personas se lanzan tomates por las calles de Buñol, Valencia, el último miércoles de agosto, y la Romería Vikinga, cuando barcos del siglo XI llegan a Catoira, en Pontevedra ( Romería Vikinga).
También, la recreación de la gran batalla entre moros y cristianos en Villajoyosa en Alicante, los emocionantes desembarcos en la costa, los coloridos desfiles, la Fiesta de las Pilagas en Asturias y San Fermín, inmortalizado por Ernest Hemingway, y una frenética semana de corridas de toros por las calles de Pamplona.
La Nochevieja, en agosto, cuando Granada decide celebrar el Año Nuevo por segunda vez en un año simulando la misma fiesta que el 31 de diciembre; el Crucero Internacional por el río Sella, en Asturias, donde cientos de piraguas emprenden un recorrido de 20 kilómetros que finaliza con gastronomía asturiana; o la fiesta de los Apóstoles de Santiago de Compostela. Una rareza festiva.