Madrid, 28 ago (.). . – Las empresas españolas han trasladado una “parte sustancial” del aumento de los costes de producción a los precios de venta en 2022, con una “fuerte heterogeneidad entre sectores”, mientras que el impacto directo sobre el empleo y los salarios medios es nulo, según el Banco de España.
Un artículo publicado este lunes con el título “Traspaso de los aumentos de los costes de producción a los precios de venta de las empresas no financieras en 2022” detalla un “traspaso muy elevado, prácticamente completo” en la mayoría de los principales sectores económicos, tanto a corto plazo (base 2021) como a largo plazo (base 2019). Según el informe.
No obstante, cabe señalar que en el sector de la electricidad y el gas y en el sector del refino, “los precios de venta han aumentado por encima de los costes unitarios” con respecto a 2021, y se han producido fenómenos similares, aunque más moderados, en otros sectores, “como el transporte y el almacenamiento y la hostelería”.
En el caso de estos dos últimos sectores, el Banco de España explica que podría deberse a la “fuerte recuperación de la demanda experimentada en 2022” tras el levantamiento de las restricciones que “habrían presionado los precios de venta”.
Respecto a 2019, los precios de venta aumentaron “de forma más significativa” en el sector de electricidad y gas y en el de refino, así como en los sectores mayorista y de la construcción.
El informe también ofrece datos detallados sobre el sector industrial, señalando que “la transferencia absoluta de los aumentos de los costes de producción a los precios de venta entre 2021 y 2022 habría sido elevada, aunque incompleta”, mientras que para 2019, “la transferencia absoluta fue casi completa, con transferencias a corto plazo habría sido superior a las transferencias observadas”.
El documento explica esta diferencia como “posiblemente debida a la menor velocidad a la que las empresas ajustan sus precios de venta a los cambios en los costes”, y también señala que en 2021, “los costes de producción aumentaron con mayor intensidad”, lo que habría incrementado la necesidad de algunas empresas de trasladar costes para evitar menores márgenes de beneficio
El Banco de España añade que existe un “alto grado de heterogeneidad” en los resultados entre subsectores, lo que puede deberse a la “flexibilidad de los ajustes de precios en cada subsector”.
Por último, el informe analiza el impacto de los cambios en los costes de los insumos (excluidos los salarios) entre 2021 y 2022 sobre una serie de variables empresariales, como los precios unitarios de venta, los volúmenes de ventas deflactados, el empleo, los salarios medios, la productividad y los costes laborales unitarios.
Los resultados muestran que el aumento de los costes de los insumos repercute positivamente en los precios de venta y negativamente en los volúmenes de ventas reales.
Por el contrario, no hay un impacto directo en el empleo y los salarios medios, lo que “puede reflejar la rigidez de estas variables a corto plazo”, mientras que la productividad laboral cae, lo que “genera mayores costes laborales unitarios a corto plazo”.