Valencia (EP). Según los resultados de la segunda oleada del Barómetro Sanitario 2023, realizado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la satisfacción de los españoles con el sistema sanitario público fue de 6,42 sobre 10 en septiembre, frente al 6,14 de febrero.
Sin embargo, según el barómetro, que ha contabilizado 2.586 entrevistas en esta segunda oleada de 2023, realizada en julio, aún queda lejos el dato de 2019, antes de la pandemia del Covid 19 (6,74).
En general, el 60,1% de la población valora positivamente el funcionamiento del sistema sanitario español a julio de 2023, frente al 52,6% de la primera oleada del Barómetro.
Sin embargo, aunque “son necesarios algunos cambios” (46,3% en julio frente al 40,8% en febrero), ha aumentado la proporción de españoles que piensan que el sistema sanitario funciona bien: el 13,8% considera que “funciona bastante bien”, frente al 11,8% del barómetro de febrero, mientras que el 13,8% considera que “funciona bien”, frente al 11,8% de la primera oleada del barómetro.
También ha disminuido la proporción de españoles que piensan que la sanidad española “funciona bien en algunos aspectos pero necesita una reforma fundamental” (27,4% frente al 30,9% de febrero). También ha descendido el número de personas que piensan que el sistema sanitario público “funciona mal y necesita una reforma importante” (11,8% en julio y 11,3% en marzo).
En cuanto a las percepciones de la población en general, los servicios de urgencias 061/112 y la atención hospitalaria en los hospitales públicos fueron los servicios mejor valorados, con puntuaciones de 7,49 y 7,33 puntos respectivamente.
Los servicios de urgencias obtuvieron la puntuación más alta.
En cuanto a la atención primaria, la puntuación de satisfacción de los ciudadanos fue de 6,52 puntos en julio de 2023, frente a los 6,19 puntos de la primera oleada. La valoración de las consultas médicas especializadas fue de 6,17 puntos, frente a los 5,95 de la primera oleada.
En cuanto a la posibilidad de que los centros de salud ofrezcan videoconsultas, el 50,9% dijo que las utilizaría, por debajo del 51,49%; el 37,4% dijo que no las utilizaría, por encima del 36,1% de febrero; y el 37,4% dijo que no las utilizaría, por encima del 36,1% de febrero.
En cuanto a la idoneidad de las consultas telefónicas, el 64,7% de los encuestados afirmó que los profesionales deberían realizar consultas telefónicas, pero también consultas presenciales; en la encuesta de febrero, esta opinión fue respaldada por el 63,7% de los encuestados.
En este sentido, el 32,2% de los encuestados opina que “todas las consultas deberían ser presenciales”, mientras que sólo el 2,1% opina que “la mayoría de las consultas deberían ser telefónicas”, frente al 1,9% de febrero.
En cuanto a la diversificación de los canales de relación paciente-profesional, el 61,3% de los atendidos en atención primaria había consultado por teléfono en el último año. De ellos, el 75,7% se declararon satisfechos con el sistema y el 48% muy satisfechos.
48%.
Sin embargo, sólo el 55% consideró que había entendido las explicaciones del médico por teléfono, mientras que el 38,7% dijo que le habían explicado las cosas de la misma manera que si hubiera visto al médico en persona. Los pacientes consideran que esta forma de consulta es proporcionalmente más cómoda para los médicos (68,8%) que para los pacientes (55,8%).
En esta encuesta, el 48,3% de los encuestados afirma disponer de certificado electrónico para realizar trámites con la administración, mientras que el 6,1% no sabe lo que es. Más de la mitad (57,2%) de los entrevistados conoce la posibilidad de acceder a la historia clínica electrónica a través de Internet, pero sólo el 34,7% ha utilizado este método. Además
El 28,5% no lo conocía y el 13,4% no sabía o no podía utilizar internet.
El 86% de los encuestados está a favor de que las autoridades públicas utilicen los datos de las historias clínicas, mientras que el 44,8% está a favor de que lo hagan las instituciones privadas, frente al 48,8% de la encuesta de febrero.
Por otra parte, el 43% de los encuestados desconocía que las recetas electrónicas pueden utilizarse fuera del municipio, pero esta cifra ha mejorado con respecto al 64,3% de febrero. Del 56,4% que sabía que estaba disponible, el 39% dijo haberla utilizado en otro lugar.