En este sentido, la presidenta, Milagros Merino, desgranó las principales conclusiones que han puesto en valor en el Congreso a la GM, así como los principales retos a los que se enfrenta la SES en el futuro, donde destaca por encima de todo la homologación de la medicina del sueño por parte del Ministerio de Sanidad. explicado.
RESPUESTA La valoración del Congreso ha sido muy positiva y así lo han manifestado los asistentes al mismo. La calidad científica de las ponencias y de los ponentes fue extremadamente alta. Estamos muy orgullosos del enorme trabajo y esfuerzo que se ha realizado en los últimos meses. Eventos como este también nos permiten compartir los progresos realizados durante el último año y seguir avanzando en el conocimiento de la medicina del sueño”. Durante el evento, tuvieron lugar diversas interacciones profesionales que fomentaron la investigación científica y las sinergias entre profesionales de toda España en áreas tan importantes como los trastornos del sueño, respiratorios y no respiratorios.
De hecho, se organizó una conferencia magistral sobre la apnea obstructiva del sueño, centrada en el daño causado en el interior de las arterias y el papel que juegan los probióticos en la mejora de este aspecto. También se debatió la relación entre el insomnio y la apnea del sueño y el papel de los tratamientos psicológicos en el desarrollo de estas afecciones. Se comprobó que estos tratamientos influyen en una mejor adherencia y seguimiento del tratamiento de la apnea.
Rubén Rial, por su parte, hizo una extensa descripción del sueño. Describió cómo ha evolucionado el sueño y profundizó en el concepto de descanso, definido como sueño consciente. Afirmó que la diferencia entre ambos conceptos radica en la conciencia que tienen las personas. En otras palabras, la única diferencia entre el sueño y el descanso es la presencia o ausencia de conciencia.
R. Esta cuestión se ampliará en el futuro. Un grupo de trabajo de la Sociedad realizó una encuesta a una muestra representativa de españoles para determinar la prevalencia del insomnio en España. En las dos últimas décadas, el número de personas que padecen insomnio en nuestro país se ha duplicado. Sin embargo, lo más llamativo es el aumento de la incidencia y la gravedad entre los adultos jóvenes.
Diversos factores contribuyen al aumento del insomnio, pero el uso intensivo de pantallas lo ha incrementado aún más. El síndrome de desorientación fásica está estrechamente relacionado con este hábito. Se trata de un círculo vicioso en el que la luz que emiten los teléfonos móviles y las tabletas estimula el cerebro y suprime la melatonina, lo que altera el equilibrio biológico de los patrones de sueño nocturno y dificulta la conciliación del sueño. De hecho, este trastorno es frecuente en la adolescencia y es probable que persista en la edad adulta.
R. La falta de sueño tiene un impacto global en la salud de las personas, no sólo a nivel mental, sino también a nivel cardiovascular, metabólico e inmunológico. Sin embargo, centrándonos en la salud mental, se ha demostrado que la privación de sueño puede provocar fatiga, cambios de humor y una tendencia a tener una visión negativa de todo. También hace que las personas estén más irritables y ansiosas. Los niveles elevados de ansiedad aumentan el cortisol, y esta hormona dificulta aún más el sueño.
R. A corto plazo, queremos atraer a la gente hacia la medicina del sueño. Es un campo maravilloso de la medicina porque mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Por desgracia, algunas enfermedades no tienen cura, pero trabajamos para mejorar y aliviar la calidad de vida de quienes las padecen.
Otro reto que tenemos que afrontar es concienciar a la población de la importancia del sueño. Hemos heredado de los años 80 la idea de que dormir es una pérdida de tiempo. Eso no es cierto. Dormir aumenta la productividad. El descanso no sólo es bueno para la salud, sino también para la economía. Merece la pena que la gente descanse y vaya a trabajar.
En un plano más institucional y político, el reto al que tenemos que enfrentarnos es conseguir más apoyo de las instituciones políticas y de la dirección de los hospitales para organizar salas de sueño. También es importante que la medicina del sueño sea reconocida formalmente por el Ministerio de Sanidad. La formación en medicina del sueño requiere una formación continua y sostenida durante un mínimo de dos años. Sin embargo, aunque estamos acreditados por la Federación de Sociedades Españolas de Medicina del Sueño, necesitamos una acreditación formal como subespecialidad.
R. La mayoría de los especialistas del sueño son neumólogos, neurólogos, psiquiatras, neurofisiólogos, otorrinolaringólogos, pediatras, cirujanos maxilofaciales y médicos generales. En definitiva, al completar su formación especializada, los especialistas deben estar dispuestos a formarse, asistir a cursos y pasar tiempo en unidades de sueño acreditadas. En definitiva, los especialistas deben estar dispuestos a formarse en sueño para poder ejercer esta subespecialidad. Se trata de una profesión, de un trabajo. Pero lo ideal sería que estuviera reconocida formalmente por el Ministerio de Sanidad”.