Málaga, 21 Sep (EUROPA PRESS) -.
Una campaña arqueológica llevada a cabo este verano en el yacimiento del Cerro del Villar de la ciudad de Málaga ha puesto de manifiesto la alta densidad de ocupación de este asentamiento fenicio entre los siglos VIII y VI antes de Cristo, y ha dado como resultado una serie de yacimientos que revelan el buen estado de conservación de las estructuras supervivientes.
La campaña ha sido financiada con una subvención de 40 000 euros de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Comunidad Autónoma a la Universidad de Málaga (UMA).
Los resultados de la campaña fueron presentados este jueves por Gemma del Corral, diputada regional de Turismo, Cultura y Deporte; José Suárez Padilla, responsable del equipo de investigación (catedrático de Prehistoria de la Facultad de Ciencias Históricas de la UMA); Jacobo Florido, concejal de Recursos Humanos, Calidad y Turismo de Málaga; Juan Covarreal, Fundación Málaga presentado por el Presidente.
El objetivo de las excavaciones de este año era conocer en profundidad una de las más antiguas del Golfo de Málaga, una vivienda fenicia de los siglos VIII-VII a.C. (Sector 13).
Las excavaciones permitieron conocer la organización del edificio en aquella época, observándose la presencia de talleres dedicados a actividades metalúrgicas y otras zonas de almacenamiento y habitación, formando un gran complejo estructurado en torno a un espacio central con más de diez estancias.
El director del equipo de prospección, José Suárez, destacó el buen estado de conservación de los muros, construidos con tierra y piedra y recrecidos con adobe.
Mientras tanto, en los sectores 11 y 12, el equipo pudo registrar partes de un gran edificio de más de 20 metros de longitud.
El complejo estaba orientado hacia un posible puerto, y se registraron varios muros para proteger el yacimiento de las crecidas del río y de las tormentas procedentes del este, lo que pone de manifiesto la fragilidad de este asentamiento fenicio, situado en una pequeña isla en un amplio delta.
También confirma los diversos avances hacia la costa del asentamiento, que se habían ido agolpando a lo largo de los siglos.
Uno de los hallazgos más interesantes es un espacio empedrado cuidadosamente revestido de guijarros y conchas, asociado a un lugar ritual donde, según la tradición fenicia, los moluscos tenían un «papel protector contra el mal».
Alrededor del yacimiento se han identificado alimentos dispuestos en pequeños agujeros excavados en el suelo y huellas de actividades de consumo, lo que pone de relieve la importancia del aprovechamiento de recursos marinos como almejas coquinas, almejas, lapas y mejillones.
Para los investigadores, la campaña arqueológica de este verano ha puesto de manifiesto el «extraordinario potencial del asentamiento para la investigación de su primera presencia en el sur de la Península Ibérica», revelando la presencia de varias fases y episodios de destrucción, además de su alta densidad de asentamiento.
Según José Suárez, otro descubrimiento extraordinario es que, por primera vez, se han encontrado restos romanos en una factoría de salazones alejada del centro del asentamiento fenicio.
Se confirma así la existencia de un sector (Sector 14) dedicado a la producción de salazones en época romana. Se trata de los restos de una factoría alejada del núcleo fenicio, en la que se excavó una de las numerosas cubetas y se halló material arqueológico en su interior, lo que confirma su uso durante los siglos IV y V d.C.
Este nuevo sector, identificado gracias a prospecciones geofísicas del subsuelo (geomagnética y radar de penetración terrestre), también ha enriquecido el potencial patrimonial y científico del yacimiento del Cerro del Villar.
La campaña que acaba de finalizar corresponde a la segunda fase del Proyecto General de Investigación (PGI) ‘Cerro del Villar: naturaleza y temporalidad de un antiguo proyecto territorial fenicio en el Golfo de Málaga (2022-2025)’, aprobado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta, y al que la UMA ha concedido una subvención de 40.000 euros para la ejecución de los trabajos.
Además, diferentes departamentos del Ayuntamiento de Málaga (Cultura, Urbanismo y Distrito Churriana) y la Fundación Málaga participan en el proyecto, que implica el desarrollo de infraestructuras como tomas de agua, obras de protección de estructuras, carpas y mobiliario de campo, así como el tratamiento del material arqueológico y la difusión de los resultados.
En la presentación de los resultados, Gemma del Corral destacó que la campaña supone «un antes y un después» en el conocimiento del yacimiento debido a la importancia de los hallazgos, al tiempo que resaltó la «importante implicación» de la Junta de Andalucía, que ha concedido una subvención de 40.000 euros.
Del Corral explicó que este programa general de investigación continuará en el yacimiento hasta 2025 y que, en función de los resultados, «se podrán tomar decisiones de cara al futuro del yacimiento». En este sentido, añadió: «Esta campaña nos ha llenado de ilusión. Porque hemos podido avanzar y concluir que el yacimiento está en mejores condiciones de lo que se pensaba en un principio.
Y es que sólo una vez finalizadas las excavaciones y en base a los estudios técnicos, se podrán tomar decisiones sobre la conservación, mantenimiento y eventual puesta en valor del yacimiento arqueológico.
El presidente de la Fundación Málaga, Juan Covalea, expresó su satisfacción por los resultados de la campaña y recordó el compromiso de la Fundación Málaga con los «proyectos culturales destacados» de la ciudad que preside.
El equipo, dirigido por Suárez Padilla, estuvo integrado por investigadores del Departamento de Historia y Ciencias de la UMA (investigadores de arqueología y antigüedades), así como por especialistas de la Facultad de Ciencias, Turismo y SCAI.
También colaboraron investigadores de otras universidades andaluzas como Sevilla, Córdoba y Hayén. Además, también han colaborado investigadores de universidades extranjeras como Chicago (EEUU) y Marburg (Alemania), asegurando la internacionalización de la iniciativa y el carácter interdisciplinar que requiere un proyecto de esta envergadura y carácter.
El proyecto ha contado además con la participación de un grupo de voluntarios (unas 80 personas) de diversas nacionalidades, principalmente estudiantes y licenciados de los departamentos de historia de la UMA y de la Universidad de Chicago, que han participado en las excavaciones arqueológicas del emblemático yacimiento y han podido conocer de primera mano los métodos de investigación llevados a cabo con medios técnicos de última generación Han podido aprender.
