Washington, 22 sep (EFE) – Lucas Paganini, científico planetario argentino de la NASA, ya se encuentra este domingo en el desierto de Utah (EEUU) con una preciada carga de Se prepara para recibir la cápsula cargada.
Las muestras del asteroide Bennu, de unos 250 gramos de peso, podrían arrojar luz sobre cuestiones que han intrigado a la humanidad durante siglos, como cuál es el origen de la vida, cómo se formó el sistema solar y qué secretos guardan los asteroides.
Los asteroides son extremadamente importantes porque son restos de la formación de los planetas hace 4.500 millones de años. Los asteroides son como cápsulas del tiempo y, al igual que los fósiles de dinosaurios, pueden contarnos lo que ocurrió hace millones de años. En esta misión, retrocedemos en el tiempo miles de millones de años.
Hay dos hipótesis sobre el origen de la vida: una es que las primeras moléculas orgánicas llegaron del espacio a través de meteoritos, y la otra es que las moléculas esenciales para la vida se originaron en nuestro planeta.
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Las muestras de Bennu ofrecen a los científicos una oportunidad única para comprender mejor los orígenes de estas primeras moléculas y el papel que pueden haber desempeñado en la presencia del asteroide en la Tierra.
Pero antes de que los científicos de la NASA puedan analizar estas muestras, la cápsula que las contiene debe llegar sana y salva a la Tierra tras un viaje de siete años que comenzó con su lanzamiento desde la estación de Cabo Cañaveral, en Florida.
Tras ser liberada de la nave nodriza, la nave espacial Osiris Rex, está previsto que la cápsula entre en la atmósfera terrestre a unos 102.000 km, o un tercio de la distancia entre la Tierra y la Luna, hacia las 08:42 hora local (14:42 GMT) en Utah.
La cápsula entrará en la atmósfera a una velocidad de unos 44.500 km/h y se enfrentará a temperaturas de 2.000 grados centígrados durante su descenso. De hecho, explicó Paganini, puede parecer una “bola de fuego” por la noche, pero durante el día apenas será visible en el cielo.
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La cápsula, que según Paganini se asemeja a una “cuna de bebé”, cuenta con un escudo térmico diseñado para proteger del calor las rocas y el polvo de Bennu.
Tras entrar en la atmósfera, el paracaídas se abrirá y, tras un descenso de unos 13 minutos, la cápsula aterrizará en el desierto de Utah a las 08:55 hora local (14:55 GMT).
Una vez que la cápsula haya descendido, un equipo de rescate se acercará al lugar de aterrizaje en helicóptero.
Allí, recuperarán la cápsula sellada y la transportarán a una cámara libre de moléculas que pudieran contaminar las rocas y el suelo de Bennu. Al día siguiente, un avión llevará la cápsula a Houston, sede del Centro Espacial Johnson de la NASA.
Sólo entonces los científicos de la NASA podrán empezar a analizar las muestras para desvelar los secretos que esconden los restos del asteroide Bennu y comprender mejor la historia del sistema solar y el origen de la vida en la Tierra.
Por: efe’