Este año, el 16 de octubre es un día para celebrar uno de los alimentos más consumidos del planeta. El Día Mundial del Pan está promovido por la Federación Internacional de Panaderos para promover la historia del pan, resaltar su importancia cultural y dar a conocer el trabajo de los panaderos de todo el mundo.
El pan ha desempeñado un papel fundamental a lo largo de la historia. Y sigue siendo una parte esencial de la dieta de millones de personas en todo el mundo.
Este día es una oportunidad no sólo para reconocer la importancia cultural y nutricional del pan, sino también para disfrutar de su diversidad en la cocina.
En honor a esta fiesta y a este alimento milenario que ha dejado huellas de su evolución desde su aparición en el antiguo Egipto hace más de 4000 años con la introducción de la levadura, gracias al desarrollo de la tecnología, algunas de las recetas basadas en este alimento y adaptadas a los paladares más diversos, según los usos y costumbres locales A continuación, algunas de las recetas más variadas.
Cinco excelentes recetas para disfrutar en casa
– Semillas de amapola, girasol y lino, 1 cucharadita de cada.
Procedimiento: amasar todos los ingredientes excepto la mantequilla. Cuando se forme una masa, añadir la mantequilla poco a poco y amasar hasta que se separe del bol.
Dejar levar en la nevera durante 24 h. Unir 40 g de panecillos para hacer una hogaza. Pincelar con huevo, espolvorear con semillas, tapar y dejar levar.
Hornear a 170°C hasta que se dore (unos 12 minutos) o hasta que al introducir un cuchillo, éste salga limpio. Sacar del horno aún caliente y dejar enfriar sobre una rejilla.
Procedimiento: para la masa madre, mezclar a partes iguales harina integral y agua hasta obtener una pasta, introducir en un tarro de cristal, tapar con una bolsa de plástico (sin cerrar) y fermentar a temperatura ambiente (unos 25°C) durante un día entero.
Cuando la esponja esté lista, desechar la mitad de los posos y añadir harina y agua nuevas (100 g de harina mezclados con 100 ml de agua).
Repetir este procedimiento seis veces más durante seis días, manteniendo el tiempo; sólo se utilizan 200 g de la masa madre para el pan, el resto se guarda como levadura.
Para el pan, colocar la harina, la sémola, la sal y la masa madre en un bol, añadir el agua y mezclar desde el exterior. Amasar hasta obtener una masa homogénea y dejar reposar durante 1 hora.
Extender la masa a mano sobre una superficie de trabajo y doblar los extremos hacia dentro para formar el primer pliegue.
Dejar reposar durante 1 hora. Repetir esta operación tres veces. Colocar la masa en una fuente de horno previamente engrasada con aceite de oliva y dejar reposar en el frigorífico durante un día entero.
Una vez reposada la masa, colocarla en el mismo molde y hornear a 220°C durante 20 minutos. Desmoldar y disfrutar.
Paso a paso: colocar las féculas de mandioca en la olla, hacer un hueco en el centro y añadir la mantequilla y el resto de ingredientes. Amasar hasta que se integre toda la mezcla y se forme una masa semidura (idealmente lo suficientemente dura como para formar bolitas de unos 35 g).
Colocar la masa en una bandeja de horno, con cuidado de no separarla demasiado, y hornear a 180°C durante 15-20 minutos. Estarán listas cuando estén doradas.
Preparación: en un bol, mezclar el puré de patata, el agua tibia, la levadura, la harina y la sal. Batir lentamente y amasar durante 5 minutos. Verter la masa en un bol grande con el aceite de oliva. Dejar levar durante 90 minutos.
A continuación, cortar la masa por la mitad. Extender la masa en dos moldes redondos y untarlos con un poco de aceite.
Cubrir con un paño y dejar reposar 45 minutos. Precalentar el horno a 200°C. Cuando la masa haya subido, espolvorear con parmesano rallado y romero y hornear a 200°C durante 35-40 minutos. Dejar enfriar y servir.
Paso 3: Hacer una “esponja” con la levadura, el azúcar y el agua. Mezclar los ingredientes secos por otro lado, añadir a la “esponja” y empezar a mezclar, luego añadir la grasa derretida. Amasar durante 10 minutos hasta que la masa esté lisa. Dejar subir hasta que doble su tamaño, desgasificar y dividir en panes de 40 g.
Esperar a que la masa suba de nuevo, colocarla en una fuente de vapor forrada con papel sulfurizado y hornear durante 15 minutos. Dejar enfriar y servir.