Sin embargo, su rápida introducción sin una comprensión plena de cómo funciona podría perjudicar a los pacientes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el jueves que la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar el tratamiento médico, pero su rápida introducción sin una comprensión completa de cómo funciona podría perjudicar a los pacientes.
Según la OMS, la IA ofrece un gran potencial para la atención sanitaria, pero también existen retos, como cuestiones de privacidad y el potencial de exacerbar problemas de salud ya existentes.
La agencia sanitaria de la ONU ha publicado un nuevo documento en el que se detallan las principales consideraciones políticas sobre la IA para la salud, con el fin de que los responsables políticos puedan elaborar o adaptar orientaciones sobre el uso de la IA.
Con la creciente disponibilidad de datos sanitarios y los rápidos avances en el aprendizaje automático y las tecnologías analíticas basadas en la lógica y la estadística, las herramientas de IA tienen el potencial de transformar el sector sanitario”, afirma la OMS en un comunicado.
Según la OMS, la IA puede potenciar los ensayos clínicos, mejorar el diagnóstico y el tratamiento médicos y complementar los conocimientos y habilidades médicas.
También podría ayudar a interpretar imágenes radiológicas y retinografías en zonas donde escasean los médicos especialistas.
Sin embargo, la OMS añade que la rápida adopción de la IA, a veces sin una comprensión adecuada de cómo funcionan estas tecnologías, “podría beneficiar o perjudicar a los usuarios finales”, como pacientes y profesionales.
– Un marco jurídico sólido
Debido a la posibilidad de que los sistemas de IA accedan a información sensible mediante el uso de datos sanitarios, es necesario un marco jurídico sólido para proteger la privacidad y la integridad de las personas, señala la OMS.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebresas, subrayó que “la inteligencia artificial ofrece un gran potencial para la atención sanitaria, pero también plantea graves problemas, como la recopilación de datos sin ética, las amenazas a la ciberseguridad y la amplificación de los prejuicios y la desinformación”.
Estas nuevas orientaciones ayudarán a los países a regular eficazmente la IA y aprovechar su potencial, por ejemplo en el tratamiento del cáncer y la detección de la tuberculosis, minimizando al mismo tiempo los riesgos”, añadió.
La OMS afirmó que los sistemas de IA dependen del código con el que se construyen y de los datos con los que se entrenan, y una mejor regulación ayudará a gestionar el riesgo de que la IA amplifique los sesgos presentes en los datos de entrenamiento.
Por ejemplo, es difícil que los modelos de IA representen con exactitud la diversidad de la población, lo que puede dar lugar a sesgos, inexactitudes o incluso fallos”, subrayó la OMS.
La OMS añadió: “Para mitigar esos riesgos, se puede recurrir a la reglamentación para garantizar que se informe de los atributos individuales (sexo, raza, etnia) en los datos de entrenamiento y que el conjunto de datos sea intencionadamente representativo.
La OMS esbozó seis áreas para regular la IA para la salud. Entre ellas figuran la validación externa de los datos, la evaluación de los sistemas antes de su publicación para evitar la amplificación de sesgos y errores, la consideración de los requisitos de consentimiento para la privacidad de los datos y la facilitación de la colaboración entre reguladores, pacientes, gobiernos y profesionales sanitarios”.