Darío Gonnell solía ser bullpen y relevista antes de pasarse al lanzamiento y subir al montículo cuatro veces por semana.
Darío Gonnell, que perdió la pierna en un accidente imprevisto en 2009, no sólo ganó un montón de partidos de softball, sino que cada vez que subía al montículo recuperaba la sonrisa, mostrando su actitud ganadora con cada lanzamiento que hacía.
‘El sóftbol, el llamado ‘deporte de la amistad’, es una de las mejores formas de que quienes han sufrido mala suerte o tienen limitaciones físicas o mentales congénitas luchen ante la adversidad con posibilidades de éxito.
‘Gonnell es un empresario de 54 años, copropietario de un negocio inmobiliario y de una empresa de taxis neoyorquina que ha crecido hasta contar con 85 cómodos Lincoln Town Cars.
‘Cada año, el Clásico de los Años Dorados de la Liga Mercedes atrae a jugadores de todas partes, de Florida, Nueva York y Nueva Jersey, que jugaron en la emblemática entidad en los años 80.
‘Si hay un mundo aparte de lo que le pasa a otro, ése es el mío. Creo que muero en el juego’, dice el lanzador, que suele llevar una pierna ortopédica en medio del muslo cuando sube regularmente al montículo cuatro veces por semana (lunes, martes, sábados y domingos).
Además de disfrutar y compartir cada sesión de lanzamiento, señala que deja una muestra de optimismo “a los que se echan atrás o se deprimen porque no tienen un dedo o tienen un hueso roto”.
‘Es el segundo de los cinco hijos de Héctor Darío Goner y Trinidad Batlle’, añade.
Es un ejemplo de paciencia y humildad”. Al igual que Darío, es miembro de las Estrellas de Plácido Polanco y jugó durante un tiempo en los ‘Hermanos Unidos de Queens’, una reconocida liga de la Gran Manzana, de la que fue dirigente.
El fornido campocorto, conocido por su apodo “El Caballo”, afirma que la pasión de su hermano por el sóftbol y el apoyo de su familia y amigos le ayudaron a ascender.
Describe a su hermano como un gran hijo, hermano, padre (tiene cuatro hijos) y amigo que no duda en meterse la mano en el bolsillo para ayudar a los más necesitados, especialmente a los que sufren discapacidades físicas o mentales.
El ex big leaguer Plácido Polanco, quien también jugó en las categorías menores de la Liga de Mercedes, no oculta su satisfacción cuando ve a este guerrero en el box con su contagiosa actitud positiva.
Elogios de Plácido.
“Es aún más satisfactorio estar en el uniforme de un equipo que se llama las Estrellas de Plácido Polanco”, dice el pelotero con 16 años en Grandes Ligas con los Cardenales de San Luis, Filis de Filadelfia, Tigres de Detroit y Marlins de Florida, con promedio de .297. Dice el ex jugador de cuadro que
Alberto Reyes, ex relevista de Leones del Escogido con experiencia en las mayores, dice que el ejemplo de Darío deja claro que, por grande que sea el problema, no hay que venirse abajo ni acomplejarse.
‘Darío perdió la pierna y su amor por el juego es lo que le hace seguir adelante. ‘Hay muchos jugadores que están sanos y se quejan, por lo que merecen respeto’, dice Reyes, que juega como bateador designado.
Es una inspiración para todos. A veces quieres salir por el calor, el sol y el cansancio, pero estamos en el campo porque le vemos.
‘Jugar con Darío es una verdadera inspiración para nosotros. Cuando ves a alguien así, alguien con ese tipo de mentalidad, te da fuerzas para trabajar duro. Es un gran tipo”, afirma Dalmiro Quezada, jugador del Quilvio Velas Estrellas en la época dorada de la Liga Mercedes.
6 de febrero de 2009.
Darío Gonel se disparó accidentalmente durante un asalto con armas de fuego de su propiedad legal en la casa de su padre en Urban Lucerna. Lamentablemente, hubo mala praxis médica en el Hospital Darío Contreras donde fue llevado. Fue jugador de cuadro medio de los Hermanos Unidos de Queens, bateando de segundo con Iván Crispín.
Retiro.
Gustavo Gonel se retiró del fútbol activo debido a la lesión de su hermano, pero luego de ver a su hermano volver a la acción en 2012, hizo lo propio en 2019 con motivo de la celebración del primer Clásico de la Edad de Oro de la Liga Mercedes.