Tanto Israel como Hamás están acusados de violar el derecho internacional humanitario. La ONU dijo que está reuniendo pruebas de crímenes cometidos por ambos bandos.
El derecho internacional humanitario, conocido como derecho de la guerra, es el derecho internacional que protege a los civiles que son objetivo de las tropas combatientes. Este concepto moderno nació tras las mortíferas batallas de Lobardia y Solferino (1859) en la actual Italia. Estipula que infringir estas normas es un crimen de guerra.
Dirigir o atacar, por cualquier medio, una ciudad, vivienda o edificio no destinado a fines militares; cometer actos de violencia contra la vida humana, en particular asesinatos, violaciones, tratos crueles o torturas de cualquier tipo; dirigir ataques contra misiones humanitarias como la ONU, la Cruz Roja, la Media Luna Roja y el personal médico.
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Por ejemplo, atacar deliberadamente ambulancias es un ataque contra el Derecho Internacional Humanitario (DIH), e impedir que los civiles reciban la asistencia que necesitan es un ataque contra el DIH y un crimen de guerra.
Además, el DIH prevé el uso por las partes en conflicto de armas que no distinguen entre combatientes y civiles (lo que está prohibido en el caso de las armas químicas).
Desde el sábado 7 de octubre, grupos de Hamás han disparado miles de cohetes contra civiles israelíes, matando a cientos de civiles, entre ellos niños.
Tras los ataques israelíes, muchos observadores han defendido el derecho de Israel a una respuesta militar, consagrado en la Carta de la ONU. Sin embargo, a pesar de su derecho a la autodefensa, Israel ha sido acusado de cometer crímenes de guerra por Amnistía Internacional y el Consejo Noruego para los Refugiados.
Las fuerzas israelíes bombardearon Gaza, destruyendo asentamientos enteros y matando a miles de civiles, la mayoría niños.
Uno de los factores que imposibilitan o dificultan el enjuiciamiento de los crímenes de guerra es que debe demostrarse que los ataques a civiles fueron deliberados, un gran fallo del derecho internacional humanitario que no exige a los Estados rendir cuentas de sus acciones militares.
Las actuales convenciones internacionales diseñadas para proteger a los civiles de la brutalidad de la guerra están plagadas de lagunas, lo que deja la decisión final en manos de quienes empuñan las armas.
(Fuente; Radio Francia Internacional, sección de 5 minutos, emitida el 6 de noviembre de 2023).