Una alianza de partidos con expectativas favorables encontradas y dudas razonables
Las elecciones del 18 de febrero de 2024 pondrán en juego un enorme pastel de más de 3.800 cargos municipales. Si la sopa de siglas se traducirá o no automáticamente en más votos es una pregunta que necesita respuesta. El camino de la teoría a la práctica puede ser largo, pero el papel de los pequeños parece esencial para cualquier conquista presidencial notable hasta la fecha, como las posibles elecciones presidenciales del próximo mes de mayo.
El escepticismo parece crecer en la opinión pública, pero los firmantes del pacto acabarán resultando accesorios, dado que suelen ser fieles a la reciprocidad del apoyo a la comodidad y al abundante poder adquisitivo que pagan los contribuyentes, accediendo a sustanciosas recompensas y prestaciones complementarias características frente a la reagrupación de partidarios heterogéneos.
Leer: Sistema 9-1-1 activa plan de contingencia ante pronóstico de lluvias en el país
El perfil del miope donante de recompensas, que existió hasta los últimos días del doctor Joaquín Balaguer, quien era capaz de nombrar de su propio bolsillo embajadores de origen acomodado por el honor de servir como embajadores en ciudades con un altísimo costo de vida y lujosos alojamientos, hace tiempo que fue abandonado por el Estado. El protector fiscal que preparaba las cuentas diarias con un pequeño cuaderno y un lápiz en el bolsillo, gestionaba los gastos fiscales al tiempo que protegía la hegemonía de sus inversiones favoritas, y utilizaba el consulado dominicano para hacerse con la mayor parte de las divisas que entraban en él, manteniendo su propio buen hacer. Estas legaciones rara vez se utilizaron para el enriquecimiento personal durante este periodo.
Algunos de los artífices de estos nuevos compromisos preelectorales están preocupados por sus efectos duraderos y productivos. En el caso del ex presidente Danilo Medina, en una reciente declaración dijo estar de acuerdo con el ex presidente Hipólito Mejía, quien dijo que una alianza entre el Partido de la Liberación Dominicana y el Ejército del Pueblo sería rara y complicada. El ex líder morado añadió su propia predicción de que el acuerdo no eliminaría el conflicto entre ambos partidos. La ausencia de destacados líderes en la ceremonia de declaración de unidad podría interpretarse como una continuación de la incompatibilidad.
La proliferación de pequeños partidos que no han crecido a lo largo de las décadas, a pesar de su utilidad asociativa para hacerse con el poder, se ha analizado como relacionada con el tratamiento mercantilista de la política, con fuerte uso del arribismo. De ahí la tendencia al golpeteo partidista, descrito como “transfugismo”. De ahí que Jorge Zorrilla Ozuna fuera criticado con sorna en los medios de comunicación por sorprender públicamente al presidente Abinader comprometiéndose a designarlo en algún cargo, incluso antes de haber formalizado una alianza con el PRM en las actuales elecciones. A pesar de que la confesión de ambición fue contraproducente, el poseedor del anzuelo de la minoría (el Presidente) claramente respondió favorablemente a la causa de Djordjeet. Aunque la encuesta fue realizada por medios digitales, es representativa de la forma de pensar de la gente en esta era de la opinión generada por las redes y los medios de comunicación. Los cibernautas que responden a los sondeos de opinión han demostrado a menudo que, en realidad y de hecho, apenas creen que las coaliciones y frentes de partido utilizados vayan a aumentar los votos de sus abonados, independientemente del número de votos que reciban.
Más allá de lo que pueda lograrse con alianzas que activen la búsqueda de cuotas de poder en las esferas de municipios y legislaturas, el bipartidismo en las elecciones presidenciales tiende a producir resultados estrechos en la segunda vuelta electoral, donde los participantes se reducen a dos candidatos. El papel de los microcompañeros es crucial y sin ellos, y si son de escaso valor, los proyectos ambiciosos de ascender a la presidencia o mantenerse en ella podrían derrumbarse. En palabras del propio ex presidente Hipólito Mejía, el cargo es seductor.
Pablo McKinney, columnista del Listín Diario, argumentó que la historia política contemporánea trata de la necesidad de las alianzas, citando ejemplos concretos de victorias facilitadas por una inclinación conspirativa hacia el favoritismo partidista en determinados períodos, y mencionó un ejemplo importante como el siguiente. El caso de la alianza Leska-RD se ilustra por la convicción de que las dos piezas verde y morada del PLD cederían el poder municipal al PRM si no se unían, facilitando así su victoria en la primera vuelta.
Sin embargo, el acuerdo no siempre salió según lo previsto. El sociólogo César Pérez argumenta en su columna semanal publicada recientemente en este periódico sobre el deseo de alianzas que En general, las alianzas como estrategia de supervivencia intrínseca en el proceso electoral no evitan en última instancia el naufragio de los grupos que las componen. Esto se debe a que, independientemente del resultado, las diferencias originales tienden a mantenerse al final. Su coincidencia con las reflexiones de Danilo es notoria.
En apoyo a lo expresado por dos destacados políticos y un analista, Rosario Espinal, politóloga de la página de opinión del periódico HOY, opina que en política hay personas que reúnen a seguidores de naturalezas y nociones incompatibles, aunque no exista la más mínima posibilidad de moverlos en la misma dirección dijo al público. Y añadió: Es innegable que hay divisiones en el sistema de partidos y que no existe un compromiso político firme ni lealtad a los partidos políticos.
Según los sondeos de opinión, la migración de las minorías, en un nivel inusualmente colectivo, se dirige hacia las propuestas electorales más prometedoras y es analizada a nivel académico, incluso fuera del país, como una gran línea de transfusionalismo. En un foro realizado en Colombia, el profesor Jesús Caldera Infante señaló que en República Dominicana no existe una ley que autorice cambios de adscripción con características específicas.
En su presentación, el profesor Caldera Infante llamó la atención del país sobre la tendencia generalizada en la República Dominicana en el derecho público a criminalizar los transfuguismos para sancionarlos como un acto contrario a las decisiones y políticas de los partidos políticos, lo que definió como un delito. Abogó por que los tránsfugas no fueran nominados ni elegidos para cargos de elección popular.
La ideología de Participación Ciudadana, la organización de la sociedad civil más crítica con el panorama político local, ha argumentado que los políticos y activistas se pasan de un partido político a otro basándose únicamente en los beneficios que pueden obtener en el partido al que se han afiliado.
En la República Dominicana, éste es un problema creciente, debido esencialmente a que se hace campaña sobre cuestiones de fondo que no son propuestas. Hace tiempo que los partidos políticos han dejado de funcionar como deberían y se han convertido en puras y simples maquinarias electorales, entendiendo que las prácticas clientelistas son las que traen el éxito.