La gente suele confundirlas, pero aunque ambas implican el consumo de este grupo de proteínas, no son lo mismo. Expertos explican síntomas, diagnóstico y tratamiento La enfermedad celíaca y la intolerancia al gluten están relacionadas y, aunque a veces se piensa que son lo mismo, son dos afecciones diferentes. La necesidad de incorporar a la dieta productos sin gluten se debe consultar con un especialista.
En declaraciones a Mayo Clinic News Network, el Dr. Sarmed Sami, gastroenterólogo de Mayo Clinic Healthcare en Londres, explicó que las personas no necesitan eliminar el gluten de su dieta a menos que tengan afecciones médicas, específicamente enfermedad celíaca e intolerancia al gluten. Sami reiteró que para la mayoría de las personas, no existe evidencia científica que demuestre un beneficio al eliminar completamente el gluten de su dieta.
Este grupo de proteínas, que se encuentra en cereales como el trigo, la cebada y el centeno, sólo es perjudicial para personas con afecciones médicas específicas. Los expertos distinguen entre la enfermedad celíaca, una condición autoinmune en la que comer gluten daña el intestino delgado, y la intolerancia al gluten, una condición clínica donde consumir esta proteína puede causar síntomas como hinchazón y gases o dolor abdominal pero no causa daño intestinal. La enfermedad celíaca o celiaquía, según la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO), es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al intestino delgado provocada por la ingesta de alimentos que contienen gluten.
El gluten es un grupo de proteínas que se encuentran en cereales como el trigo, la cebada, las nueces y algunas avenas. Para las personas celíacas, el consumo de gluten puede provocar diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón, anemia y otros problemas, además de provocar complicaciones graves. Según Sami, aunque la intolerancia al gluten es más común y se ha comparado con la intolerancia a la leche, la cebolla o el ajo.
En la intolerancia al gluten no hay daño celular ni inflamación sino sensibilidad a esta proteína. En otras palabras, como destaca el estudio de 2021, la intolerancia al gluten, también conocida como sensibilidad al gluten no celíaca, se caracteriza por la ausencia de enfermedad celíaca y alergia al trigo en pacientes que provocan reacciones sintomáticas al consumir alimentos que contienen gluten. Un estudio publicado en la revista médica BMC Medicine indica que la enfermedad celíaca afecta al 1% de la población general y puede presentarse a cualquier edad, pero principalmente en mujeres.
Según la Clínica Mayo, los síntomas digestivos de la enfermedad celíaca en adultos incluyen: diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón, gases, dolor abdominal, náuseas, vómitos y estreñimiento. Las personas con enfermedad celíaca o intolerancia al gluten pueden experimentar uno o más de estos síntomas digestivos. La diferencia es que para las personas celíacas es necesario dejar de consumir esta proteína en la dieta para que los síntomas disminuyan o desaparezcan.
Asimismo, los síntomas pueden reaparecer si se vuelve a consumir gluten. Mientras tanto, en el caso de la intolerancia al gluten, basta con reducir la cantidad de esta proteína ingerida y no es necesario eliminarla por completo. Respecto al diagnóstico de cada una de estas enfermedades, la Clínica Mayo señala que, en el caso de la enfermedad celíaca, existen dos análisis de sangre: Para realizar ambas pruebas, serológica o genética, es necesario consumir gluten para obtener un diagnóstico certero, ya que si se utiliza una dieta libre de gluten los análisis pueden dar resultados normales.
Por otro lado, en el caso de la intolerancia al gluten, la Clínica Cleveland destaca 3 pasos a seguir para realizar un diagnóstico: El Dr. Sami enfatiza que un diagnóstico preciso de la enfermedad celíaca y la intolerancia al gluten es esencial para un enfoque dietético adecuado. La creciente tendencia hacia productos sin gluten puede confundir a los consumidores, llevándolos a adoptar dietas innecesariamente restrictivas.
En los casos en que un paciente presenta síntomas digestivos, la consulta con un especialista es fundamental para determinar la causa real y el tratamiento adecuado. Los gastroenterólogos de Mayo Clinic enfatizan la importancia de no autodiagnosticarse y seguir las recomendaciones de los expertos antes de realizar cambios significativos en su dieta. La decisión de excluir esta proteína debe basarse en criterios médicos y no en tendencias dietéticas disponibles comercialmente.