El recinto cuenta con varias salas decoradas con objetos relacionados con el ron. La tienda sólo abre de noche. ¡No sabía que la caña de azúcar era originaria de la India!
Esa fue mi primera reacción al caminar entre los artefactos, en su mayoría antigüedades, relacionados con el proceso de transformación de la caña de azúcar en ron. Y fíjense, seguí hablando con mi hijo Alexis, el chico que me llevó a conocer el Museo del Ron, al principio le decíamos al ron “demon slayer”, o incluso rumbullion, que significa ron. (Así se llama el festival pirata en el que después de las incursiones se recogen muchos tesoros).
Este museo privado, ubicado en la ciudad colonial de Santo Domingo, en la calle Isabel la Católica, esquina con Restauración (a una cuadra del estacionamiento de Atarazana), muestra entre sus exhibiciones una serie de ediciones de obras originales de diferentes épocas. Puede que haya una ruta a seguir, pero seguí a mi propio ritmo y agradecí al miembro del personal por preguntarme si necesitábamos que nos explicara. Debajo de una pintura prominente de un alquimista hay una jarra, mientras que encima del espacio que separa las dos habitaciones cuelgan varias cacerolas para caramelizar y colorear el ron.
Nunca pensé que el ron tuviera color. Vi, entre muchos aparatos, uno para destilar líquidos: los alambiques. También se la conoce como alquitara.
(La calma fue inventada por el erudito persa Al Razi alrededor del siglo X). ¡Cuántas cosas aprendí en este pequeño museo! Continuamos nuestro viaje Alexis me llevó por las diferentes habitaciones.
Y me mostró botijuelas, una cacerola gigante, un filtro de jugo de caña, o sea guarapo, un bodegón de 1867, un candado de bodega, una vieja carretilla para llevar la caña al ingenio, cunyaya o majaculo ( antecesor del trapiche), un mortero de bronce… Volví sobre mis pasos para asegurarme de leer las palabras en el cartel: Fábrica de hierro producida en enero. 28 de enero de 1896, Buffalo, Nueva York, Estados Unidos Explotado por esclavos o animales.
Sí, lo leí correctamente. Los esclavos y los animales recibieron el mismo trato durante el período colonial. Uno reemplaza al otro.
Otro cartel llama la atención sobre una especie de ingenio de caña de azúcar operado por esclavos. Mire este jarrón, dijo mi hijo, quien visitó el museo en un recorrido organizado por zonacolonial.do. Se trata de una petaca inglesa que se utiliza para elaborar las raciones de ron para cada soldado.
Si esa fuera una porción de comida que bebieran de una sola vez, estarían muy borrachos… ADOPRON En una pared cuelgan fotografías de los fundadores de la Asociación Dominicana de Productores de Ron: J. Armando Bermúdez, Osvaldo Brugal, Vicenzo Mastrolilli, George Arzeno B., César García.
(El hijo de García es el creador de este museo).