MIAMI.- Un tribunal de apelaciones de EE.UU. ha negado la solicitud de Texas para permitir la controvertida ley de inmigración Su nuevo argumento SB-4, que permite al estado para detener y deportar a migrantes en la frontera y explotar el perfilamiento racial, entra en vigor mientras este tribunal lo considera. El fallo del Tribunal de Apelaciones del Quinto Distrito es una gran victoria para los derechos de los inmigrantes y bloqueará la aplicación de la ley hasta que el tribunal decida si es inconstitucional, dijo uno de los grupos de demandantes civiles, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU).
. ). Este tribunal de Nueva Orleans, Luisiana, escuchará argumentos -principalmente sobre el monopolio de inmigración del gobierno federal- el próximo miércoles 3 de abril sobre si la orden del tribunal debería mantenerse en vigor.
El fallo permite que se mantenga el fallo del tribunal inferior, evitando así que el fallo de la SB-4 entre en vigor mientras el caso está en litigio. El 20 de marzo, un panel de tres jueces del tribunal de apelaciones celebró una audiencia en el caso que enfrenta al gobierno federal contra el gobierno de Texas, encabezado por el republicano Greg Abbott. El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que la SB-4 viola la autoridad federal y crearía caos en la frontera, mientras que Abbott criticó al presidente Joe Biden por mantener abierta la frontera.
Durante casi 150 años, la Corte Suprema ha sostenido que el poder de controlar la inmigración (la admisión, admisión y deportación de no ciudadanos) es un poder federal exclusivo, entre otras cosas, detalló en una decisión anunciada el martes por la noche por la jueza Priscilla. Hombre rico . La medida se produce después de días de caos legal, en los que la Corte Suprema de Estados Unidos permitió que la ley entrara en vigor durante varias horas antes de que el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito la bloqueara temporalmente.
Si la ley entra en vigor, la policía a nivel estatal, de condado y local estaría autorizada a arrestar, encarcelar y procesar a migrantes sospechosos de ingresar ilegalmente a Estados Unidos. La medida convierte en un delito menor que un extranjero ingrese ilegalmente o intente ingresar al estado desde un país extranjero, penado con hasta seis meses de prisión. Si el infractor reincide, el delito se convierte en un delito grave, punible con hasta 20 años de prisión.
La SB-4 también permitiría a los jueces estatales (no a los jueces de inmigración) ordenar el regreso de los migrantes a México. Los críticos de la ley han advertido durante mucho tiempo que su implementación llevaría a la discriminación racial, separaría a las familias y dañaría a las comunidades afroamericanas y latinas en todo el estado.