La existencia de prácticas discriminatorias en nuestro país se ha normalizado e invisibilizado y existe oposición en ciertos sectores a sus regulaciones y sanciones.
En diversos estudios entre poblaciones vulnerables ( PNUD 2021) se han identificado muchas prácticas discriminatorias, que hacen que muchos sufran en silencio y los dejan excluidos del trabajo, la educación y la sociedad, y en algunos casos suicidas.
Mirando la deserción escolar. La discriminación que viven niños y adolescentes en los centros educativos por muy diferentes motivos como: color de piel, orientación sexual (LGBTIQ), pobreza, discapacidad, niños y niñas de trabajadoras sexuales, migrantes se reflejan como una de las principales causas, madres adolescentes o sexo. . adolescentes activos.
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Personas y organizaciones afines continúan discriminando y excluyendo a las personas con registros sin responsabilizarse de los daños y consecuencias en sus vidas.
La discriminación en hospitales y centros Los centros médicos son parte del dolor y la desesperación de muchas personas que viven con VIH, en las calles, consumidores de drogas, sexo trabajadores, personas LGTBIQ, especialmente mujeres trans y migrantes. Todavía continúan las historias de burla, humillación y negativa a servir.
Lo mismo está sucediendo en el sistema de justicia. Cuando una mujer trans, una trabajadora sexual, una persona de la calle, una consumidora de drogas, una inmigrante intenta denunciar la violencia de género, no dan respuestas, se burlan de ellas o la ahuyentan con expresiones como “vuelve cuando”. él regresa». golpearte de nuevo”. , frases comunes en fiscalías y comisarías.
Los actos discriminatorios deben tener consecuencias y sanciones legales. Nuestra Constitución condena la discriminación y exclusión de personas por diferencias étnicas, raciales, de identidad de género, de estatus socioeconómico, de religión y más. La falta de un régimen para abordar diversas prácticas discriminatorias en empresas, centros educativos, universidades, centros médicos, sistemas judiciales y policías nacionales ha creado una sensación de normalidad y su consecuente desigualdad y exclusión
Es. Es importante que se reconsideren las sanciones legales por discriminación contra las personas LGTBIQ en el código penal aprobado por los senadores. Mantener esta disposición es una medida excluyente que debilita nuestra democracia, criminalizando a las mujeres y jóvenes que abortan después de una violación o por cualquier motivo, incluidos los tres anteriores. Lo que ha sucedido con el Código Penal muestra una completa falta de comprensión de la realidad y una desconexión masiva con el papel de este organismo como representante de las personas que votaron por él.