Editor Yasmel Bueno
BRUSELAS (BLOOMBERG).-El Fondo Monetario Internacional instó al Banco Central Europeo a analizar la posibilidad de ampliar su programa de compra de activos si la inflación en la eurozona no remonta desde los bajos niveles actuales.
“En vista de la perspectiva muy floja para la inflación, el BCE debería estar listo para más flexibilización si la inflación se mantiene por debajo de su rumbo de ajuste anticipado”, dijo el personal técnico del FMI la semana pasada en un informe de consulta sobre el Artículo IV relativo a la eurozona.
“Las presiones des-inflacionarias continúan siendo fuertes en tanto 11 países reportaron una inflación negativa en mayo” y “los efectos de la segunda ronda inciden sobre la inflación subyacente”.
Guiados por el BCE, los bancos centrales de la eurozona están gastando actualmente 80,000 millones de euros (US$89,000 millones) mensuales, la gran mayoría en bonos soberanos, para hacer subir una tasa de inflación que lleva más de tres años sin alcanzar la meta de la entidad de apenas por debajo del 2 por ciento.
Los funcionarios predicen actualmente que el crecimiento de los precios al consumidor se acelerará desde 0,2 por ciento este año hasta 1,6 por ciento en 2018.
Pese a que la economía integrada por 19 países ingresa en su décimo cuarto trimestre de expansión, el desempleo se mantiene por encima del 10 por ciento en un momento en que la votación del Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea corre el riesgo de dañar la recuperación.
“Los riesgos negativos son mayores”, dijo el FMI.
“La demanda externa podría debilitarse, en tanto los riesgos políticos han crecido significativamente, sobre todo en relación con” la situación en el Reino Unido.
Repercusiones del Brexit
El FMI rebajó su pronóstico de crecimiento correspondiente a 2017 para la eurozona desde el 1,6 por ciento que predijo en abril hasta 1,4 por ciento, mencionando el referéndum del 23 de junio en el Reino Unido. El fondo con sede en Washington considera que la economía de la región crecerá 1,6 por ciento en 2016.
“El Reino Unido es un socio comercial importante para la eurozona, como destino de un 13 por ciento de las exportaciones de la eurozona, y también tiene lazos financieros estrechos con la región”, dijo el FMI en un suplemento del informe. “Se prevé que su salida de la UE afectará negativamente a las economías de la eurozona a través de los canales del comercio, las finanzas y la confianza”.
Si bien las tasas de interés negativas han ayudado a la economía de la eurozona, mayores rebajas podrían mostrar menores retornos, lo cual significa que el BCE debe poner la mira en su programa de compra de activos, según el FMI.
“Más recortes podrían gravitar sobre la rentabilidad de los bancos”, dijo el personal técnico del FMI. Y “estarían disponibles para comprar” otros 2,4 billones de euros de activos, lo cual “podría permitir sobradamente la extensión del programa por un año.
Algunos cambios modestos en el programa podrían aumentar considerablemente el margen para más compras”, agregó. Sería útil, por ejemplo, permitir la compra de bonos por debajo de la tasa de depósito, sugirió el informe.
El FMI también expresó preocupación por los bancos de la eurozona y el impacto de los préstamos de cobro dudoso.
“Es necesaria una estrategia integral de tiempo limitado para resolver el problema de la cartera vencida y puede ser parte de una estrategia más amplia para promover la consolidación en algunos sistemas bancarios”, dijo el personal técnico del fondo.