Negligencia, desperdicio y medicamentos caducados en el Hospital San Vicente de Paúl.
Hace dos años, Manuela Altagracia Santos perdió a su bebé recién nacido porque el Hospital Universitario Regional de San Vicente de Paúl, en San Francisco de Macorís, no tiene guardería.
En agosto de 2024, Manuel llevó a su hijo El niño de 7 años ingresó al hospital con una fiebre que no cedía. El pediatra del lugar no le hizo ninguna prueba pero le dijo que era un proceso viral porque el niño estaba «muy estresado y deshidratado». Al bebé le dieron antibióticos y lo enviaron a casa.
Cuando comenzó el tratamiento, el bebé vomitó sangre. Entonces lo llevaron a urgencias del hospital, donde lo ingresaron y le dieron algunos medicamentos pero «ya no estaba. Estaba letárgico, no respondía», por lo que lo trasladaron. Ingresó a la sala de cuidados intensivos.
Los padres del niño no vieron ninguna mejoría por lo que solicitaron que el niño fuera cuidado y trasladado a otro centro médico, pero las autoridades del hospital se negaron y me dejaron cuidar de usted; estaba en cuidados intensivos esa fatídica noche, con un internista.
«Ella estaba ahí charlando y mi hijo se estaba muriendo, le dije que me ayudara, y ella dijo ‘yo soy mamá, tú eres’. «Estoy muy preocupada», es sólo una reacción al medicamento que te dimos», dijo Manuela.
El 2 de agosto “me dejó arriba para morir en mis brazos”, dijo con la voz quebrada. Su marido salió corriendo a la 1:50 para buscar un médico pero nadie vino.
«Cuando la chica (pasante) vio que efectivamente estaba muerto, llamó a la gente y llegaron unos 20 médicos», dijo. dijo.
Este hospital de San Vicente de Paúl es responsable de brindar seguros a la gente de San Francisco de Macorís y alrededores, y actualmente está cubierto de basura. Desperdicios, medicamentos vencidos y médicos ausentes, las consultas se retrasaron hasta 3 meses.
Periodistas de Listín Diario visitaron el centro médico, donde encontraron una gran pila de basura en un cuarto trasero del hospital, cerca el área de salud mental e intervención en crisis. Asimismo, un espacio de drenaje descubierto.
Rebeca Hernández, representante de Derechos Humanos en esta ciudad, informó que durante una visita reciente al Hospital San Vicente de Paúl, confrontó al director de la instalación porque los medicamentos de su dispensario estaban caducó hace más de dos meses y él respondió que «no tuvo tiempo de comprobarlo». y devolver el medicamento.»
Afirmó que en ocasiones los médicos consultan a través de fotografías y videos que les envían enfermeras y asistentes de pacientes hospitalizados.
De igual forma, señaló que hay No hay equipos en el lugar para realizar resonancias magnéticas, a veces ni siquiera para análisis de sangre. Además, dijo que durante la pandemia de Covid-19 se llevaron ventiladores a los hospitales, donde aún se desconocen. donde.
El hospital tiene una nómina de 42 millones de pesos destinados a 600 médicos designados, por lo que según Hernández no debería existir este vacío, sobre todo en el envío de citas de consulta especializada que consumen mucho tiempo
Este fue el caso reciente de Lucilenny Henriquez, una joven de 27 años y madre de cuatro hijos, quien tuvo que ser operada de emergencia luego de ser diagnosticada diagnosticada con cálculos biliares La joven fue apoyada durante su período de prueba en la Secretaría de Salud de la ciudad, donde ordenaron una intervención quirúrgica, la cual deberá realizarse a más tardar en 15 días. Sin embargo, debido a la alta demanda en las especialidades cardiovasculares y pulmonares del establecimiento, la derivaron al Hospital Regional San Vicente de Paúl.
Los periodistas del Listín Diario hablaron con Lucilenny, quien se lo dijo a los médicos sentados allí usando sus celulares, alrededor de las 10 de la mañana le dijeron que no podrían verla hasta enero porque «estaban muy saturados». paciente», incluso si le ha explicado la gravedad y urgencia de su situación de salud.