A propósito de descubrirse que Malania Trump, la exmodelo, esposa del candidato presidencial republicano Donal Trump, había incurrido en un plagio, el presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Leonel Fernández, analiza el tema y se refiere a los profesionales que se dedicado a la redacción de discursos en los Estados Unidos para presidentes.
El ex presidente de la República refiere que Melania había copiado párrafos completos de un discurso pronunciado ocho años atrás por la actual Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, en el momento en que su esposo, Barack Obama, era proclamado candidato presidencial del Partido Demócrata.
Hizo saber que hasta los propios familiares de Trump” Sabían que esa falta había deslucido el espectáculo de la convención y desmeritado el esfuerzo de la esposa del candidato en proyectar el lado humano de su figura. Al final, se tuvo que admitir que algún desliz se había cometido”, expone Fernández en su sección Observatorio Global publicada este día en el Listín Diario y Vanguardia del Pueblo Digital, reseñado por la Secretaría de Comunicaciones del PLD.
Leonel Fernández explica que en los Estados Unidos existe una larga tradición de profesionales cuyo oficio consiste en la redacción de discursos.
“Son los llamados speechwriters en la lengua sajona. Los hay para todas las actividades y oficios. Hay quienes los escriben para empresarios, comerciantes, artistas, y, por supuesto, para políticos”.
En la actividad política pone como ejemplo los casos de Alexander Hamilton, quien llegó a escribir varios discursos para el primer presidente que tuvo la nación Georges Washington; John Quincy Adames para el presidente James Monroe y hasta el propio Abraham Lincoln, quien tenía fama de escribir sus propias alocuciones, en algún momento llegó a contar con el auxilio de quien había sido su rival político, William Seward.
“Sin embargo, no fue sino hasta la segunda década del siglo XX cuando llegó a institucionalizarse, de manera definitiva, en territorio norteamericano, el uso de escritores de discursos para primeros mandatarios”, señala el presidente de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).
Después de citar a varios presidentes estadounidenses que utilizaron los llamados “speechwriters”, destaca el caso del que considera el más prominente Ted Sorensen quien al igual que Schlesinger, redactaba los discursos pronunciados por uno de los más impactantes oradores de la política norteamericana contemporánea: el presidente John F. Kennedy.
Manifiesta que entre Kennedy y Sorensen había una gran conexión intelectual y que se afirma que era su otra mitad; que su nivel de identidad con el presidente Kennedy era de tal magnitud que podía leer su mente y adelantarse en el pronunciamiento de sus palabras.
Agrega que la capacidad de Sorensen en la redacción de discursos era tal que podía calcular el número de aplausos que la alocución concitaría y que como parte de su leyenda se dice que antes de redactar una pieza oratoria preguntaba a su interlocutor con cuántos aplausos lo quería.
“Así era ese genio de la palabra, a quien se le atribuye la famosa frase de Kennedy pronunciada en su toma de posesión: “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino pregunta lo que tú puedes hacer por tu país”, resalta.
El ex presidente Fernández concluye afirmando que en su discurso, Melania Trump empleó una impactante y emocionante metáfora. Dijo así: “Mis padres me impregnaron valores: trabajar fuerte para lo que se desea en la vida. Que tu palabra te obligue, que haces lo que dices y mantienes tus promesas. Que se trata a la gente con respeto…
Agrega que “solo hay un problema. No son propiamente palabras auténticas de Melania Trump. Son, más bien, de Michelle Obama”, apuntado que a eso en el mundo de las letras se le conoce como plagio.
Leonel Fernández aprovechó el tema tratado para hacer un análisis al discurso político en el sub tema que titulo la Retórica del Poder.
Bajo ese tema contrapuso el uso de la palabra, que confiere una especie de poder persuasivo; al empleo de la fuerza, lo que le otorga un poder coercitivo: “En todo caso, siempre se ha preferido la persuasión sobre la coerción. La fuerza de la palabra sobre el poder de la espada” explicó el ex presidente dominicano.