Salud

Prevención de enfermedades respiratorias de temporada, una prioridad para la salud

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En tiempos recientes, ha incrementado la frecuencia de afecciones respiratorias, que si bien son propias de las estaciones, se presentan de forma menos marcada en nuestro país.

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En tiempos recientes, ha incrementado la frecuencia de afecciones respiratorias, que si bien son propias de las estaciones, se presentan de forma menos marcada en nuestro país.

No obstante, la percepción del cambio climático y sus efectos se manifiestan claramente en la salud de la gente, convirtiendo a las enfermedades estacionales como la gripe o influenza en protagonistas indeseados.

Rosa Espinal Mercedes, neumóloga intervencionista de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que la gripe, identificada por sus síntomas característicos (tos con o sin expectoración, fiebre, malestar general, secreciones nasales y dolores musculares), suele manifestarse con mayor intensidad en invierno.

Sin embargo, a este cuadro se añaden otros procesos alérgicos típicos de la primavera, cuando el aumento de alérgenos en el ambiente y la influencia del polvo del Sahara potencian de manera considerable los procesos infecciosos respiratorios.

Ante esta situación, la comunidad médica destaca la importancia de reconocer los síntomas iniciales y actuar de manera preventiva para evitar complicaciones, especialmente en aquellos grupos de riesgo.

Identificación

La especialista indica que la detección temprana de síntomas es crucial para evitar que un proceso respiratorio leve se convierta en una complicación seria.

Los síntomas iniciales pueden ser señal de un proceso gripal y en ocasiones, también pueden indicar otras infecciones respiratorias. Por ello, expertos en salud recomiendan no subestimar estos síntomas y evitar la automedicación, ya que el uso inadecuado de medicamentos puede enmascarar el cuadro clínico y retrasar una intervención oportuna.

Especialmente en poblaciones vulnerables, como los niños y los ancianos, la atención médica temprana es fundamental. Asimismo, pacientes con enfermedades preexistentes (cáncer, hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedades reumáticas o autoinmunes, quienes han pasado por cirugías mayores, en particular cardiacas o aquellos con antecedentes de enfermedades respiratorias como asma y EPOC), deben ser evaluados de inmediato ante la aparición de cualquier síntoma respiratorio.

Los fumadores activos también se encuentran en un grupo de riesgo elevado, lo que refuerza la necesidad de buscar atención profesional de forma inmediata.

Medidas preventivas

La prevención se alza como uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud respiratoria durante todo el año.

Entre las principales estrategias preventivas resalta la vacunación, considerada una herramienta indispensable en la lucha contra la influenza. Cada año, esta vacuna está disponible en cualquier centro de salud, facilitando el acceso a la población a una protección efectiva contra el virus de la gripe.

La campaña anual de vacunación es un esfuerzo coordinado que involucra a instituciones de salud, autoridades locales y profesionales del sector, todos colaborando para disminuir la incidencia de esta enfermedad estacional.

Además de la vacuna contra la influenza, para ciertos pacientes en riesgo se recomienda la aplicación de la vacuna contra el neumococo.

Esta vacuna, sin embargo, debe ser administrada bajo supervisión médica, ya que no todos los pacientes son candidatos. La consulta con un especialista es fundamental para determinar si un paciente, sobre todo aquellos con comorbilidades, se beneficiaría de esta medida adicional de protección.

La sinergia entre ambas vacunas, en algunos casos, puede ofrecer una defensa más robusta contra múltiples infecciones respiratorias.

Buenas prácticas

La vacunación es solo una parte del enfoque integral para la prevención de enfermedades respiratorias. Otros comportamientos cotidianos juegan un papel decisivo en la disminución del riesgo de contagio.

En entornos con alta concentración de personas, el uso de mascarillas se convierte en una medida eficaz para limitar la propagación de patógenos.

Complementariamente, la higiene personal adquiere una importancia primordial: cubrirse al toser o estornudar, así como realizar un lavado de manos frecuente, son acciones sencillas, pero poderosas para reducir la transmisión de agentes infecciosos.

Estos hábitos preventivos, que han sido ampliamente difundidos en campañas de salud pública, se deben incorporar en la rutina diaria de todos los ciudadanos.

Asimismo, se recomienda acudir a consultas regulares con especialistas en neumología, en especial al detectar cualquier alteración en la salud respiratoria.

Una evaluación especializada no solo permite el tratamiento oportuno de las enfermedades, sino que también ayuda a establecer medidas personalizadas de prevención.

Recomendación

— Acude a consultas

La doctora Espinal Mercedes insta a la comunidad a no esperar a que los síntomas empeoren y a acudir a consultas médicas preventivas, evitando así complicaciones.

El rol de la educación

La educación en salud es un elemento clave para combatir la desinformación y promover prácticas que protejan a la población. Las campañas de concienciación, impulsadas por centros de salud y profesionales, destacan que «la prevención es salud».

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