Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Las enfermedades no transmisibles (ENT), tales como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardíacas, se han transformado en una pandemia silenciosa que amenaza con colapsar los sistemas de salud globalmente. Con 41 millones de muertes anuales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que esta cifra podría aumentar a 52 millones para el año 2030 si no se toman medidas enérgicas.
La doctora Ana Patricia Argueta, directora médica de Centroamérica y el Caribe de Asofarma, empresa del grupo Adium, explica que para evitar que estas cifras sigan en ascenso, el trabajo actual en prevención es crucial. Y la prevención empieza por uno mismo. Hoy, en el contexto del Día Mundial de la Salud, es importante recordar que cada paso hacia un estilo de vida más sano cuenta. Sostiene que «reconocer señales en nuestro cuerpo, mantenerse activos y alimentarse mejor son decisiones que pueden cambiar el rumbo de nuestra salud a largo plazo».
En este sentido, la especialista comentó que Latinoamérica es una zona de alto riesgo, puesto que destaca que un estudio de la OMS publicado en The Lancet revela que Latinoamérica encabeza el ranking mundial de sedentarismo. El 27.5 % de la población adulta no cumple con los niveles mínimos de actividad física recomendados. «El sedentarismo es un desencadenante de enfermedades crónicas. Debilita nuestro cuerpo y nos hace vulnerables», advirtió. Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el desafío es reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT para el año 2030, mediante prevención y tratamiento eficaz.
Números preocupantes
La población adulta mundial, es decir, 1,400 millones de personas, no cumplen con las recomendaciones de actividad física para mejorar la salud. La OMS sugiere al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado a intenso.
«Los estilos de vida cada vez más sedentarios generan un gran impacto en la salud. Pasar muchas horas sentado o tumbado reduce la masa muscular, debilita los huesos, afecta la circulación y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares», detalla la doctora Argueta.
Indica que la actividad física es el primer paso en la prevención de estas enfermedades. No obstante, para los 1,250 millones de personas que consumen tabaco en el mundo, el siguiente paso que deben dar es dejar de fumar. Esto es vital para prevenir una afección o reducir el riesgo de muerte prematura.
Aliméntate bien
La población debe alimentarse mejor eligiendo las opciones más saludables en cada entorno, como granos integrales, frutas, verduras, proteínas bajas en grasa y lácteos que actúan positivamente.
Agregar Comentario