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Reunión Bukele-Trump: ¿Qué conversaron en la Casa Blanca?

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Sabemos que tienen un problema con el crimen, un problema de terrorismo, y que necesitan ayuda.

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Washington (EFE).- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, le comentó este lunes en la Casa Blanca a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que Estados Unidos tiene una problemática “con el crimen y el terrorismo” y que su país está dispuesto a ayudar.

“Estamos deseando ayudar. Sabemos que tienen un problema con el crimen, un problema de terrorismo, y que necesitan ayuda. Somos un país pequeño, pero si podemos colaborar, lo haremos”, señaló el mandatario centroamericano, que consideró un honor estar en el Despacho Oval junto al “presidente y líder del mundo libre”.

Trump y Bukele se reunieron este lunes en la Casa Blanca con la mira puesta en acuerdos sobre inmigración entre ambos Gobiernos.

Bukele se jactó de que San Salvador haya dejado de ser la “capital mundial del asesinato” y de que su país se haya convertido -a su juicio- en el país más seguro de Latinoamérica: “Algunas veces se dice que encarcelamos a miles. A mí me gusta decir que de hecho liberamos a millones”, dijo.

Bukele aprovechó la reunión con Trump para aclarar que no devolverá a Estados Unidos al migrante salvadoreño enviado por error a la megacárcel del país centroamericano porque es un “terrorista”.

El Tribunal Supremo estadounidense ordenó el jueves pasado el retorno a Estados Unidos del salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien fue enviado al Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot) de El Salvador pese a que contaba con una orden judicial en contra de su deportación.

“Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar a un terrorista a Estados Unidos”, respondió el mandatario salvadoreño al ser consultado por la prensa en el Despacho Oval.

“No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país”, agregó Bukele, quien dijo que su país acaba de convertirse en el más seguro del continente y que si liberara a “criminales” volvería a transformarse en “la capital mundial de los asesinatos”.

Previamente, en la misma reunión y preguntada por el propio Trump, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, indicó que el retorno de Ábrego García no depende del Gobierno estadounidense sino del salvadoreño, puesto que esa persona se encuentra ahora bajo su custodia.

Por su parte, el presidente estadounidense expresó su agradecimiento a Bukele por aceptar la expulsión de cientos de migrantes, acusados de terrorismo, con el fin de solucionar el problema de “fronteras abiertas” que dice que heredó de anteriores Administraciones.

“Teníamos gente estúpida al mando de este país, y puedo decir que lo que nos hicieron en la frontera jamás debe ni podrá olvidarse. Es un pecado lo que hicieron, y ustedes nos están ayudando. Se lo agradecemos”, le dijo Trump a Bukele en la Casa Blanca.

El presidente estadounidense volvió a equiparar la política migratoria de sus antecesores demócratas y en especial la del anterior presidente, Joe Biden (2021-2025), con una política de “fronteras abiertas”.

“Los estamos sacando (a los acusados de terrorismo). Pero lo que hicieron, y lo que ese partido (el Demócrata) le hizo a nuestro país, fronteras abiertas… Cualquiera podía entrar nada más oír eso”, afirmó Trump.

La Casa Blanca aseguró este lunes que no hay límite acordado sobre la cantidad de personas a las que puede expulsar a El Salvador bajo la acusación de ser miembros de la banda criminal Tren de Aragua (TdA) o de las maras, pese a la oposición judicial y de organizaciones de derechos civiles.

“No hay límite para el acuerdo: seguiremos enviando terroristas extranjeros a El Salvador, así como a muchos otros países”, explicó a medios Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca y considerado el arquitecto de la política migratoria de Trump.

“Quedan miles de miembros del Tren de Aragua en este país, o sus afiliados y asociados. Así que, obviamente, una parte de ellos irá a El Salvador como parte de nuestro esfuerzo por erradicar esta organización terrorista extranjera de Estados Unidos”, añadió Miller.

Luego de firmar un contrato que implica una prestación de 6 millones de dólares por parte de Washington y del que se desconocen muchos detalles, El Salvador ha permitido el uso de su prisión de máxima seguridad, el Cecot, para alojar a supuestos miembros de las pandillas Tren de Aragua (TdA) y MS-13 expulsados de EE.UU.

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