Salud

Consejos para apoyar a niños en duelo tras el derrumbe en Jet Set

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Entender cómo el duelo impacta en la infancia es crucial para brindar el apoyo adecuado.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Santo Domingo. La reciente tragedia en la discoteca Jet Set, que segó la vida de 2231 personas, incluyendo personalidades como el merenguero Rubby Pérez, también dejó una secuela silenciosa y dolorosa: niños que quedaron huérfanos y cuyas vidas cambiaron en un instante.

Entender cómo el duelo impacta en la infancia es crucial para brindar el apoyo adecuado.

Lorraine Isa, terapeuta familiar y de pareja con consulta en el Centro Vida y Familia, explicó a El Día que el duelo es un proceso individual y que los niños, aunque a menudo no lo expresen como los adultos, también lo viven profundamente.

Un bebé de seis meses, por ejemplo, puede mostrar llanto constante, alteraciones en el sueño o apetito.

Mientras, los niños de 2 a 5 años podrían experimentar miedo a la separación, ansiedad, ira o incluso retroceder en comportamientos superados, como el control de esfínteres.

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En la adolescencia, el impacto emocional puede ser más complejo: aislamiento, dificultades escolares, conductas autodestructivas, rabia o tristeza profunda.

Uno de los desafíos más difíciles para padres o tutores es explicar la pérdida a un niño.

Lorraine Isa recomienda hacerlo con claridad, sin eufemismos ni cuentos que puedan confundir en lugar de consolar.

Aunque los niños tienen gran capacidad de resiliencia, hay señales que pueden indicar que no están procesando bien su duelo: cambios drásticos en el comportamiento, aislamiento, negación persistente, agresividad, alteraciones prolongadas en el sueño o apetito, y una tristeza que no se disipa.

Ante estos síntomas, Isa recomienda buscar ayuda profesional.

Una de las herramientas más efectivas para que los niños expresen su dolor es el juego.

Dibujar, jugar libremente o hablar sin miedo a ser juzgados les permite canalizar lo que sienten.

Respecto a la participación de los niños en rituales como funerales o velorios, Isa es clara: sí pueden asistir, siempre que estén acompañados y se les explique lo que sucederá.

En medio del dolor, la clave está en no silenciarlo.

Acompañar a los niños en su duelo es permitirles vivir su tristeza, darles espacio para preguntar y, sobre todo, asegurarles que no están solos.

Porque aunque sus padres ya no estén físicamente, el amor y el acompañamiento pueden ayudarles a reconstruir su mundo.

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