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Trump se opone al negocio cubano con Médicos en el mundo: qué son y cómo funcionan las misiones

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Ramona Matos no lo dudó ni un instante: al obtener su ciudadanía estadounidense, votó por Donald Trump.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

MIAMI. — Ramona Matos no lo dudó ni un instante: al obtener su ciudadanía estadounidense, votó por Donald Trump. ¿La razón? El republicano prometió mano dura contra el régimen cubano y el controvertido negocio que hace con médicos ese país caribeño, conocido como programa de misiones internacionales, que la mujer vivió en carne propia.

“Esos médicos son esclavos de la dictadura cubana”, afirmó a The New York Times, esta doctora de 63 años, quien trabajó en Bolivia y Brasil como parte de las brigadas de salud de Cuba y que hoy día trabaja en una fábrica en el sur de Florida.

Y aunque estas supuestas misiones se describen como humanitarias para naciones con necesidad de atención médica, Cuba les cobra a los países por médicos, enfermeras, técnicos y otros proveedores de servicios. Esto se traduce en una ayuda al gobierno cubano para financiar su propio sistema de salud.

Pero la historia de Ramona Matos refleja el trasfondo de una nueva ofensiva política: el gobierno de Trump busca frenar uno de los principales negocios internacionales del régimen cubano, que ha generado miles de millones de dólares a través de la exportación de servicios médicos a países de África, América Latina y el Caribe.

Desde hace décadas, el gobierno de La Habana ha desplegado miles de médicos, enfermeros y técnicos de salud a países que pagan por sus servicios.

Cuba llega a cobrar hasta $5,000 dólares mensuales por cada profesional, a pesar de que los trabajadores solo reciben entre el 2% y 15% del total, según organizaciones de derechos humanos.

Los profesionales aceptan participar, en muchos casos, atraídos por ingresos más altos que en Cuba.

Sin embargo, los testimonios apuntan a condiciones laborales que incluyen retención de pasaportes, restricciones de movimiento, vigilancia y separación familiar.

“Es un negocio del gobierno cubano, literalmente”, dijo Leydy, también para The New York Times, una doctora que huyó de su misión en Venezuela.

Según un estudio de Archivo Cuba, Cuba gana entre 6,000 y 8,000 millones de dólares al año exportando empleados, principalmente del campo de la salud, pero también de otros tipos de trabajadores cualificados. Esto lo señala el documento titulado La trata de personas y el programa cubano de exportación de mano de obra, publicado por el Departamento de Estado el pasado 25 de enero.

Cuatro funcionarios de gobierno, dos de Venezuela y dos de Cuba, han perdido sus visas para viajar a Estados Unidos debido a la nueva política sobre las brigadas médicas, según informó el Departamento de Estado estadounidense.

Funcionarios del gobierno cubano afirman que Cuba tiene actualmente a 24,000 personas trabajando bajo el esquema de misiones médicas en 56 países. Pero como ya se mencionó antes, según activistas de derechos humanos, a ellos sólo les dan entre el 2 y el 15 por ciento de lo que los gobiernos pagan a Cuba por sus servicios y solo pueden disponer de ese dinero tras regresar a casa de sus misiones.

Durante su mandato, Trump revirtió políticas de acercamiento impulsadas por Barack Obama y luego retomadas por Biden. Volvió a colocar a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo, restringió transacciones con empresas militares cubanas y retiró visas a funcionarios de países que reciben las brigadas.

Este nuevo enfoque afecta directamente a un pilar financiero de la isla, que enfrenta una crisis económica agravada por cortes eléctricos, escasez de alimentos y una ola migratoria sin precedentes.

Cuba insiste en que los médicos viajan de forma voluntaria, reciben salario, pensión y gastos cubiertos.

Pero organizaciones como Archivo Cuba lo califican como “trabajo forzado”, que es una de las modalidades del delito de trata de personas y piden sanciones para los gobiernos que participan.

En algunos países, como Jamaica y Trinidad y Tobago, los gobiernos defienden las misiones. Aseguran que no han detectado indicios de trata de personas y que los servicios médicos cubanos son valiosos y necesarios.

El reclutamiento de médicos de Cuba en México sumó más de 3,000 en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, esta política resulta más costosa que contratar o pagar a talento mexicano.

Solo entre 2022 y 2023, el gobierno de AMLO pagó 24 millones de dólares por los servicios de los médicos cubanos, según un artículo reciente publicado por la revista The Lancet.

Con esa cantidad, equivalente a más de 400 millones de pesos, se pudo haber pagado el salario de 3,500 médicos especialistas o de 4,500 médicos generales, de acuerdo con el artículo “Escasez de médicos en México: la lucha por cerrar la brecha”.

En este contexto, la ofensiva de Trump pone en jaque un modelo de negocios clave de Cuba, que utiliza la medicina como instrumento de influencia política y fuente de divisas. Mientras tanto, exmiembros de las brigadas — como Ramona Matos — siguen alzando la voz y buscando justicia.

“¿Eso no es esclavitud moderna?”, cuestiona Ramona Matos, quien incluso demandó a la Organización Panamericana de la Salud por su participación en el programa en Brasil. “¿Qué eres entonces cuando no puedes moverte libremente, ni hablar con quien quieras?”

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