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Washington.- La Corte Suprema de Estados Unidos detuvo ayer la deportación de varios presuntos pandilleros venezolanos desde Texas hacia una prisión salvadoreña, dictaminada en base a una ley del siglo XVIII.
El presidente Donald Trump invocó el mes pasado la Ley de Extranjeros Enemigos de 1798 para arrestar a supuestos integrantes de la banda Tren de Aragua y deportarlos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
Hasta la fecha, la ley se había empleado únicamente durante la guerra de 1812 contra el Imperio británico y sus colonias canadienses, así como en las dos guerras mundiales del siglo XX.
“Se ordena al gobierno no expulsar de EE. UU. a ningún integrante de la supuesta clase de detenidos hasta nueva orden de este tribunal”, dictaminó.
La decisión responde a la apelación de emergencia presentada por abogados de derechos humanos para frenar la deportación de migrantes retenidos en Texas.
En el recurso presentado el viernes por la noche, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) argumentó que se había comunicado al grupo de venezolanos retenidos en Texas que “iban a ser expulsados de manera inminente” en virtud de dicha ley.
Ayer, el gobierno presentó una moción ante la Corte Suprema en la que argumenta que no se le debe impedir emplear la Ley de Extranjeros Enemigos para deportar a personas que considera terroristas.
El documento también afirma que, incluso si se bloquea esa ley, el tribunal debería declarar que esas deportaciones pueden llevarse a cabo mediante otras leyes.
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