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El papa Francisco recibió al reconocido director de cine Martin Scorsese en el Palacio Apostólico del Vaticano. El Sumo Pontífice contó a Scorsese que leyó “Silencio”, el libro que inspiró su más reciente película.
El Papa Francisco no fue únicamente un líder religioso, también fue un firme defensor del arte como camino hacia lo trascendente.
“La música y el arte nos permiten conocer sobre la realidad de Dios”, solía decir, resaltando con su característica sensibilidad el valor profundo de la belleza como vía para comprender lo invisible y lo inefable.
Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, falleció este lunes a las 7:35 de la mañana en su residencia de la Casa Santa Marta, informó en un videomensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel.
El primer Papa latinoamericano partió tras un largo período de problemas de salud, dejando un legado espiritual y cultural que marcó profundamente a la Iglesia y al mundo.
Durante su pontificado, Francisco expresó reiteradamente su cercanía con el mundo del arte, el cine y, especialmente, la música.
Fue en espacios como el Congreso Internacional Iglesia y Música donde compartió algunas de sus reflexiones más íntimas sobre la espiritualidad del arte.
Para el Santo Padre, el intérprete musical no era solo un traductor de notas, sino un alma que da vida a lo escrito con humildad, sensibilidad y compromiso. “La obra musical existe mientras se interpreta”, afirmaba, destacando el rol del intérprete como servidor de la comunidad y del arte mismo.
Decía que, en sus palabras, el intérprete comparte una misión con el lector de la Palabra de Dios: escuchar, acoger y transmitir. Con esta visión, Francisco revalorizó el arte litúrgico y la belleza como vehículo de evangelización.
Legado en el cine
El cine también ocupó un lugar especial en el corazón de Bergoglio. Lo consideraba “una gran herramienta para unir a la gente”, y su figura fue llevada a la pantalla en múltiples ocasiones.
Sin necesidad de pronunciarse directamente, su bendición fue evidente hacia todos los actores que lo representaron. Entre ellos, destacaron nombres como Rodrigo de la Serna, Darío Grandinetti, Juan Minujín, Jonathan Pryce y Sergio Hernández. A su vez, directores de renombre como Wim Wenders y Gianfranco Rosi exploraron su vida y pensamiento en documentales que tuvieron amplia repercusión internacional.
Desde su llegada “desde el fin del mundo”, como lo definieron los artistas, el Papa argentino encontró en el cine una forma de comunicación silenciosa pero poderosa, que supo captar el espíritu de su mensaje de amor, justicia y compasión.
Un legado trascendente
El paso del Papa Francisco por la historia no solo será recordado por sus reformas pastorales o sus gestos de humildad, sino también por su mirada profunda hacia el poder transformador del arte. Para él, cada nota musical, cada imagen proyectada, cada palabra dicha con belleza era una forma de acercarse a Dios.
Hoy, el mundo despide a un pontífice que entendió el arte no solo como una herramienta de expresión, sino como un lenguaje universal capaz de sanar, unir y elevar el alma.
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