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El talento y la voz inconfundible del cantante Rubby Pérez han traspasado fronteras. Aunque la República Dominicana lo vio nacer y crecer como una de las leyendas del merengue, su música ha encontrado un eco poderoso en otras tierras latinoamericanas.
Venezuela, Colombia y Panamá resaltan como los tres países que más lo quieren y celebran su trayectoria.
Desde sus inicios, Rubby supo conectar con el público a través de letras que llegan al alma y ritmos que invitan a bailar.
En Venezuela, es considerado un ícono, con canciones que aún pese a su muerte suenan con fuerza en las emisoras y fiestas tradicionales.
En Colombia, especialmente en las regiones Caribe y Andina, su nombre es sinónimo de alegría, nostalgia y sabor tropical.
Mientras que en Panamá, su presencia artística ha sido constante y su popularidad no ha hecho más que crecer con el tiempo.
Sobre su muerte
El merenguero Rubby Pérez, quien se encontraba amenizando una fiesta en la discoteca Jet Set la madrugada del pasado martes 7 de abril, falleció tras quedar atrapado bajo los escombros.
El derrumbe del techo dejó más de 230 víctimas fatales.
No es el primer accidente grave de Rubby Pérez
Nacido como Roberto Antonio Pérez Herrera el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina, República Dominicana, Rubby Pérez soñaba con una carrera en el béisbol profesional. Sin embargo, su vida cambió radicalmente el 13 de junio de 1972, cuando fue atropellado por un vehículo. Él tenía 15 años y el golpe le fracturó la pierna derecha.
“Pensé que ya no tenía razón de existir”, confesó tiempo después en una entrevista recogida por Billboard en Español. Estuvo casi un año hospitalizado y requirió dos años de terapia para poder volver a caminar con normalidad. Fue durante ese proceso de recuperación cuando la música comenzó a ocupar un lugar central en su vida.
“Dios tenía otro propósito para mí y era que en vez de tener un bate en la mano tuviera un micrófono, que pudiera comunicar a la gente mi alegría, mi positivismo, mi deseo de seguir adelante, sin importar lo que sucediera”, expresó Pérez, quien encontró consuelo en la música mientras alegraba con su guitarra a otros pacientes en el hospital.
Tras estudiar en el Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo, Rubby inició su carrera artística en grupos como Los Pitágoras del Ritmo y el Coro de la Sociedad de Orientación Juvenil.
Su primer gran salto ocurrió en 1980 cuando se unió a la orquesta de Fernando Villalona. Según Listín Diario, fue el saxofonista Popo Cadena quien convenció a Villalona de que Rubby era “su hombre” tras escucharlo cantar en una fiesta.
Posteriormente, en 1982, se integró a la afamada orquesta de Wilfrido Vargas. Allí grabó 22 temas y alcanzó fama internacional con éxitos como El Africano (1983) y Volveré(1984). En palabras del propio Pérez, su paso por esta agrupación fue “una universidad, un régimen militar”, donde aprendió la disciplina necesaria para despegar en solitario.
En 1986, lanzó su primer álbum como solista, Buscando tus besos, que incluía los éxitos Dame veneno, Contigo y Ave de paso. A partir de entonces, se consolidó como solista con varios discos de oro y platino, premios Casandra, y giras internacionales que incluyeron presentaciones memorables como la del Madison Square Garden de Nueva York.
En 2024, Rubby fue homenajeado con el Soberano al Mérito por la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) en reconocimiento a su carrera. “Gracias del alma, eso ayuda a que los artistas sigamos adelante”.
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